En las últimas horas, todos los fanáticos de Pokémon han estado festejando a lo grande. Y no es para menos, pues después de 25 años, el buen Ash Ketchum se convirtió en campeón mundial, un sueño que todos los que vimos la serie animada de 1997 soñábamos con ver (POR ACÁ pueden checar las reacciones del internet ante este hecho histórico). Sin embargo, hay fans que no la pasaron muy bien que digamos, pues a un policía le quitaron su licencia por intentar comprar tarjetas de Pikachu y compañía… sí, no es broma.
Esta es la historia de William C. Knight, que trabajaba para la Oficina del Sheriff del Condado de Johnson, en Kansas, Estados Unidos. Todo iba de maravilla para este personajazo hasta que hace algunos días lo acusaron de un cargo de acto ilícito relacionado con un dispositivo de blindaje de detección de robos, según los registros judiciales. ¿La razón? Intentar armar unas cartas de la popular franquicia japonesa de una manera bastante chueca.
A un policía le le quitaron su licencia por andar comprando tarjetas de Pokémon de manera ilícita
De acuerdo con medios locales, al policía –el cual estaba uniformado y toda la cosa– lo cacharon comprando varios juegos de tarjetas Pokémon en una tienda cuando un guardia de seguridad sospechó y se acercó a él, pero el oficial dijo que tenía que irse porque “le estaban hablando”, pero más tarde fue identificado y admitió haber quitado los códigos de barras de artículos más baratos que tenía en casa para comprarlas a un precio más barato… así como lo leen.
Según la misma fuente, las tarjetas tenían un valor de venta al público de unos 394 dólares (algo así como 7 mil 624 pesitos mexicanos). Aunque el agente evitó una causa penal, la Comisión de Normas y Formación de Agentes de Paz de Kansas determinó que Knight “carece de las cualidades personales de integridad” y le retiraron la licencia el mes pasado. Así que como verán, más o menos le fue bien, porque pudo terminar hasta en el bote por andar de mañoso intentando armar las cartas y afortunadamente, la cosa para William no llegó a mayores.
A pesar de todo, este policía tiene un empleo por el que le siguen pagando, mantiene a su familia y está tratando de reparar sus errores, por su comunidad y personas cercanas. Moraleja: nunca intentan pasarse de listos haciendo chanchullo con productos de Pokémon, porque es probable que los cachen con las manos en la masa.
