Las tradiciones mexicanas referentes al Día de Muertos, han cautivado a cientos de países alrededor del mundo, en gran parte gracias a la película de “Coco”, de Disney, pero es justo ahora cuando nuestras tradiciones tienen que estar más arraigadas. China, se ha convertido en el principal productor de cempaxúchitl desde 2017, a pesar de que es una planta 100% mexicana, en otros países, ya circulan los disfraces de catrinas, pero solo los mexicanos sabemos qué debe llevar la ofrenda de muertos y su significado para que la noche en que nos visitan nuestros seres queridos del más allá, tengan un buen regreso.
Las fiestas indígenas del Día de Muertos, fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura desde el 2003, destacando el altar de muertos y las flores, como la “fusión entre ritos religiosos prehispánicos y fiestas católicas permite el acercamiento de dos universos, el de las creencias indígenas y el de una visión del mundo introducida por los europeos en el siglo XVI”. Pero como sabemos lo importante es la intención y el dar la bienvenida a los muertos que nos visitan por única ocasión en el año.
Pero el Día de Muertos no solo comprende el 1 y 2 de noviembre, tu ofrenda de muertos tiene que estar lista para el 28 de octubre, día que llegan las almas de las personas que murieron trágicamente, el 30 de octubre se conmemora a las almas que se quedaron en el limbo, muriendo sin haber sido bautizados, el 31 de octubre a los niños menores de 12 años, el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, llegan las almas de los adultos para quedarse hasta el día 2, después del mediodia, según la creencia, para luego levantar la ofrenda de muertos y compartir las viandas que se pusieron. Esto es lo que necesitas:
Velas y cirios: Regularmente se ponen cuatro velas representando los puntos cardinales para iluminar las almas y orientar a los difuntos, aunque en algunos pueblos indígenas, se acostumbra colocar una vela por cada difunto o incluso hay quienes ponen velas moradas para rendir tributo a los recién fallecidos como símbolo del luto.
Papel Picado: Sin duda son toda una obra de arte, que a pesar de la modernidad y del paso del tiempo, en muchos pueblos indígenas se niegan a sustituir el trabajo artesanal por las máquinas o patrones prefabricados. Puedes ponerlo como decoración en tu casa o como base en tu ofrenda de muertos, la variedad de colores da para elegir, pero no pueden faltar los naranjas y/o morados. Se cree que los espíritus pueden llegar al altar empujados por el viento y sabrás que los difuntos han llegado a tu altar cada vez que el papel se mueva por el aire.
Agua: Algo que no puede faltar, es una jarra con agua, para que los muertos mitiguen su sed al tiempo que se purifican. Si colocas una jarra transparente, podrás observar que se llena de pequeñas burbujas, hay quienes aseguran que esto significa que las ánimas están trayendo buenas vibras.
Fotografías: Un elemento esencial en la ofrenda de muertos, los más curiositos, adornan los portarretratos con flores de cempasúchil, aunque no es necesario, las fotografías de cada difunto, son importantes tanto para honrar a la persona que fue en vida, como para que las almas sepan donde llegar.
Sal: Un puñado de sal sirve para que el alma no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.
Incienso o copal: Utilizado en las culturas prehispánicas como tributo a sus dioses, estos objetos alejarán a los malos espíritus que pretendan interferir con la llegada del alma de los seres queridos.
Flores: No es casualidad que las flores de cempasúchil sean propias de la temporada, utilizado por los nahuas y aztecas para las ofrendas de día de muertos, significan el reflejo del color del sol. También puedes utilizar las flores conocidas como nube o terciopelo.
Comida y bebida: Estas fechas se tratan de agasajar a los que ya no están entre nosotros, muchas familias acostumbran consentir el espíritu del difunto con platillos que le gustaban en vida así como su respectivo shot de tequila, vodka o whiskey. No es que se los vayan a comer o beber, la tradición indica que el alma les puede quitar el sabor y el olor para quedar satisfecho.
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, tampoco pueden faltar las calaveras de azúcar, que nos recuerdan que la muerte es parte del ciclo de la vida, así como juguetes y dulces en caso de que se trate de una ofrenda de muertos en honor a un pequeño.