Aunque sea difícil de imaginar, la Ciudad de México originalmente sólo comprendía lo que hoy es el Centro Histórico. Estaba rodeada de diferentes pueblitos y haciendas que con el crecimiento de la urbe se fueron fusionando y poco a poco se convirtieron en barrios y lo que hoy conocemos como alcaldías.
Afortunadamente en la actualidad esto no se ha perdido del todo. Todavía hay lugares dentro de la CDMX que se reconocen como pueblos y transmiten sus costumbres de generación en generación.
Estos pueblitos de cierto modo se mantienen autónomos del resto de la capital mexicana. Sus habitantes se conocen, llevan un ritmo de vida diferente y tienen sus propias fiestas y hasta tradiciones.
Estos pequeños “municipios” se pueden dividir en dos tipos: los pueblos que en un principio sirvieron como lugar de descanso para los capitalinos desde el siglo XIX –como Mixcoac o Tacubaya–, y los originarios, que conservan su historia desde tiempos prehispánicos.
La expansión de la CDMX
La Ciudad de México fue conocida como Distrito Federal desde 1824 por alojar a los poderes federales de todo el país, aunque en 2016 dejó de llamarse así para ser denominada sólo como Ciudad de México y convertirse en la entidad número 32 de los Estados Unidos Mexicanos.
Y aunque no lo parezca, dentro de la capital con sus más de 9 millones de habitantes, hay pueblos que se conservan con su comida típica, sus fiestas adaptadas a la religión católica mediante el sincretismo y sus tradiciones únicas. Comunidades prehispánicas como otomíes, matlazincas, zapotecas y nahuas entre otras, conviven y permanecen dentro de la gran ciudad. Aquí tenemos ocho pueblos muy representativos.
1. Chimalistac (Álvaro Obregón)
Chimalistac significa “lugar del escudo blanco”. Hernán Cortés escogió este lugar, además de Coyoacán, para establecer sus tropas después de la toma de la Gran Tenochtitlan. Hoy el pueblo conserva mucho de su aire tradicional.
Algunas de sus calles siguen empedradas. Conserva casas, plazas y puentes de cuando era una población aparte. Tiene su Parroquia de San Sebastián Mártir, fundada por los Carmelitas Descalzos en el siglo XVI, así como su Plaza Federico Gamboa, nombrada en honor del escritor capitalino, autor de la novela “Santa” que transcurre en este pueblo.
2. San Pedro Xalpa (Azcapotzalco)
Este lugar es reconocido como uno de los 28 poblados que componían el antiguo pueblo de Azcapotzalco. Es uno de los pueblos originarios de la CDMX. Es pequeño, pero tiene por costumbre hacer su fiesta patronal en honor a San Pedro, la que se vuelve todo un carnaval.
Xalpa significa “lugar en la arena”. Este pueblo tiene su parroquia, la que ha sufrido modificaciones a través de los años y conserva sus fiestas religiosas, así como sus leyendas.
3. San Andrés Mixquic (Tláhuac)
Este es uno de los pueblos con mayor tradición sobre las festividades del Día de Muertos. Cada noche del primer día de noviembre, Mixquic (lugar de quien cuida el agua) se ilumina con velas y veladoras y se adorna con ofrendas. La fiesta se alarga durante la noche y se escucha música de mariachis.
Para el 2 de noviembre se hace la “alumbrada” en el panteón. Las tumbas son decoradas con ofrendas por toda la gente que visita a sus muertos y se encargan de alumbrarles el camino cuando vienen de visita en esas fechas. Las casas también se decoran con flores. En medio del panteón está el templo de San Andrés y cada año se espera la visita de más de 100 mil personas para las fiestas de muertos.
4. San Pedro Atocpan (Milpa Alta)
Este pueblo está rodeado de montes y está cerca de Villa Milpa Alta. Es famoso por su excelente mole, toda una exquisitez gastronómica y cada octubre celebra su Feria Nacional del Mole desde 1977. Actopan significa “sobre tierra fértil” y en sus valles se siembra la milpa, el zacate y los nopales entre otros cultivos tradicionales.
Tiene su Parroquia de San Pedro Apóstol, fundada por los franciscanos en el siglo XVII, así como su Iglesia del Señor de la Misericordia. Celebra fiestas patronales en mayo y en junio y es considerado como un Barrio Mágico de la CDMX desde 2011.
5. Tizapán San Ángel (Álvaro Obregón)
Es otro pueblo originario y uno de los asentamientos originales de lo que hoy es Álvaro Obregón, aunque uno de los menos conocidos. Está muy cerca de San Jerónimo y por el lugar pasaba el Río Magdalena. Su nombre, que viene del náhuatl, significa “lugar de la tiza o de la tierra blanca”.
La evangelización del lugar estuvo a cargo de los frailes carmelitas, que construyeron el Convento de El Carmen. En la zona encontramos el Mercado de San Ángel, el Jardín del Arte, el Museo del Carmen, la plaza del mismo nombre y el Barrio de Loreto.
6. Culhuacán (Iztapalapa)
Este pueblo fue fundado por los colhuas, una tribu de indígenas nómadas que venían del norte del país y se establecieron al pie del Cerro de la Estrella. Durante la colonia se volvió un pueblo dedicado a la agricultura de chinampas y el comercio con el centro de la ciudad se hacía con trajineras que viajaban por el desaparecido canal de La Viga.
En Culhuacán se hacen celebraciones de gran arraigo, como la de la Santa Cruz, la fiesta de San Salvador en la capilla del Calvario o la fiesta de San Juan Evangelista en la parroquia del ex convento de Culhuacan. El lugar está lleno de leyendas y conserva con honor sus tradiciones.
7. San Miguel Topilejo (Tlalpan)
De este pueblo originario del sur de la ciudad, se sabe que fue fundado por los indígenas xochimilcas hace ya 900 años y tras la conquista, fue evangelizado por los monjes franciscanos. Tiene su Templo de San Miguel Arcángel, construido en 1560 y su mercado es famoso por tener una gran oferta culinaria.
Cada año desde 1985, se organiza la Feria del Elote en el lugar, con concursos para los productores agrícolas, presentaciones artísticas y venta de artesanías. Topilejo significa “el que lleva el bastón de mando precioso”.
8. Tetelpan (Álvaro Obregón)
Este pueblo se ubica en la cima de una montaña, muy cerca del Desierto de los Leones. Tetelpan significa “en el tepetate”, piedra que compone la mayor parte del suelo del lugar y que fue un elemento principal en la economía de los pobladores originales de la zona.
La iglesia de Santa María de la Natividad de fines del siglo XVI es la parroquia principal de Tetelpan. El poblado tiene calles empedradas y vistas magníficas. Su historia se documenta en el códice Techialoyan de Santa María Tetelpan que tiene origen en el siglo XVIII.
141 pueblos originarios dentro de la CDMX
Actualmente son reconocidos 141 pueblos y 58 barrios originarios en la Ciudad de México, más los que poco a poco se anexaron a la capital. Estos pueblos se distinguen por sus plazas, sus tradiciones y su gente. Siempre tendremos algún lugar nuevo por descubrir con su historia y sus encantos. ¿Ustedes tienen algún pueblo favorito dentro de la CDMX?