Cuando uno forma parte de una relación amorosa, a veces entrega su corazón sin saber cómo será correspondido. En ocasiones se crean memorias muy hermosas, pero también existen experiencias agrias que dejan a la gente arrepentida de haberse enamorado alguna vez en su vida.
Para probar nuestro punto, vamos a usar la triste historia de un sujeto en Brasil cuyo nombre no conocemos y que seguramente aprendió una lección muy importante.
Todo comenzó en el área de comida dentro de una plaza, donde dos chicas se encuentran platicando tranquilamente hasta que aparece un hombre detrás de ellas y comienza a tocar violín. Ellas no lo pelan en un principio, pero es ahí donde el protagonista de este relato entra en escena con un ramo de rosas y una fuerte convicción para lograr su cometido: proponer matrimonio a su amada.
¿Quieren saber cuál es el desenlace de este romántico momento? De acuerdo, vamos a dejarles el video más abajo.
Ustedes podrán decir que ese pobre diablo hombre se merecía tal respuesta por haber tratado de hacer la gran pregunta en un área de comida y tal vez tengan razón, pero tampoco pueden negar que fue valiente por intentarlo.
Si creían que ustedes habían tenido mala suerte en San Valentín, ahora saben que de cierto modo, no puede irles peor que a nuestro amigo. Sean agradecidos con lo que (no) tienen.