Un nuevo año está por llegar, y es normal que todos empecemos a adquirir una resolución diferente, que tenga como resultado varias mejoras en nuestra persona. Todos nos llenamos de ánimo y energía positiva para cumplir todas nuestras propuestas y así empezar el 2017 pateando todos los traseros posibles.
Las cosas no pueden pintar mejor durante la noche que estamos bebiendo y comiendo uvas, pero una vez que pasa la fecha del poder, nos vemos en una situación un poco complicada, ya que todo ese entusiasmo desaparece y todos los cambios que juramos hacer se quedan como “un proyecto para el futuro”.
Existen varias cosas que SIEMPRE decimos que haremos, pero que por distintas excusas circunstancias, terminan formando parte de una lista imaginaria de propósitos de Año Nuevo que tenemos pendiente. Como muchos de ustedes no quieren caer en el error de hacerse promesas que no están dispuestos a cumplir (o al menos no por el momento), vamos a dejarles una lista con lo que usualmente todo mundo piensa que hará.
Adelgazar
Por supuesto, esta es la primera cosa que uno piensa que va a cambiar en su vida. Siempre escuchan cosas como “Este año ya, nada de tacos, gorditas, quesadillas, pizzas, hamburguesa y etcétera”, pero al día siguiente, ya le están dando duro a la pancita, la barbacoa o el recalentado.
Siendo francos por un segundo, nunca está mal hacer un cambio en nuestra apariencia, pero eso requiere un compromiso grande; uno que no nos deja comer las cosas más ricas que el mundo puede ofrecer.
Dejar algún vicio
Usualmente nos comemos una uva pensando que un nuevo año sería el indicado para bajarle al alcohol, el cigarro u otras sustancias que no hacen bien en nuestro organismo. Irónicamente, un par de horas después de haber hecho el solemne juramento de dejar eso atrás, ya estamos bailando o diciéndole a todo el mundo que lo amamos tras los efectos de la intoxicación.
Algunos nos vamos con el pretexto de que “es el último día”, pero luego llega un nuevo fin de semana que también es el último, luego otro y otro, así hasta que el año se acaba. Al final, termina siendo ese propósito que jamás cumplimos.
Gastar menos dinero y ahorrar más
Ser un comprador compulsivo no es un problema que tienen muchas personas, pero quienes están bajo la constante presión de gastarse toda su lana, saben que puede llegar a ser malo. Es así como algunos terminan prometiendo que para el año siguiente, van a dejar los gastos innecesarios a un lado y comenzarán a juntar para cuando las circunstancias lo requieran.
Sin embargo, no todo el mundo puede hacerse una promesa así y cumplirla, sobre todo cuando es una época en la que la gente pasa todo el tiempo haciendo compras o regalando cosas. Los descuentos en las tiendas y todas esas tentaciones siempre terminan rompiendo la débil voluntad de aquellos que no tienen un respeto por sus carteras.
Conseguir pareja
El Año nuevo es una de las épocas en las que la gente piensa más en encontrar a una persona especial en su vida. Nadie quiere verse cayendo una vez más en los caminos del ForeverAlone, y menos durante todo un año. Por supuesto, poder hallar una persona que guste de nuestras cualidades, o más difícil aún, nuestras rarezas, se convierte en una prioridad.
Lo cierto es que muchas personas fallan aquí, porque todos los días despiertan pensando que hay un chico o una chica a la vuelta de la esquina, esperando a toparse con ellos y así, ser felices para siempre. No podemos juzgarlos por pensar así, pero sí podemos darles un consejo: no hay que vivir sujetos a una expectativa, porque el amor no es algo que uno pueda controlar.
Dejar el trabajo que odias para perseguir tus sueños
Muchas personas despiden al año pensando que es hora de dejar atrás aquel trabajo feo que sólo les produce sufrimiento, para así poder comenzar a hacer lo que siempre habían querido en sus vidas. Se arman de valor, beben y luego beben más, mientras juran que jamás volverán a pisar ese horrible lugar que los tiene atrapados. Pero cuando llega el momento decisivo, se asustan, piensan en las cuentas que tienen que pagar y finalmente, se echan para atrás.
Comenzar un estilo de vida acorde a lo que les apasiona en su vida requiere dedicación, arriesgarse y ser fuertes. Algunos simplemente no pueden con esa presión y dicen “Bah, esto también me deja y no es tan malo”, pero en el fondo, escuchan esa vocesita que les dice cosas totalmente diferentes. Cosas como: “¿Quién tiene realmente el control de tu vida?”
Hacer las paces con familiares o amigos
Esto ocurre con frecuencia. Durante algún punto del año, se pelean con sus papás, hermanos, tíos, amigos, pareja y etcétera; se sienten muy mal y quieren hacer las paces, pero son demasiado orgullosos para pedir perdón.
¿Qué es lo que hacen? Sencillo, lo dejan como un propósito para el año que está por venir. Luego llega la gran fiesta, tienen a esa persona de frente y a la mera hora, se rajan como los peores.
Realmente no es tan difícil acercarse para hablar, pero muchos chicos y chicas son demasiado orgullosos y prefieren guardarse las cosas. Al final, saben que se mueren por llevarse bien, pero siempre los detienen los motivos más chafas del mundo.
Salir de viaje
Siempre han soñado con poder salir del país y así conocer todo lo que conforma este vasto planeta, sin embargo, siempre hay detallitos que les impiden hacerlo. Todo el mundo dice, “Este año voy a irme de viaje para conocer (inserte aquí el país que quieren visitar), y a lo mejor, hasta me ligo a alguien de por ahí”, pero jamás ahorran para cumplir dicho propósito.
Después viene la decepción y el conformismo, que siempre los orilla a conformarse con ir a ver a sus familiares que viven en Estado de México o algo de ese estilo.
Hacer más deporte
Ok, supongamos que no necesitan perder peso, pero aún así quieren verse o sentirse diferentes. Llega el 31 de diciembre y ya están pensando en una rutina que dejaría a Rocky Balboa como todo un amateur, se acuestan y siguen balbuceando que se convertirán en todos unos atletas; luego pasan los días y aún siguen sin ser capaces de hacer una sola abdominal.
La gente normalmente piensa que no está hecha para hacer ejercicio, pero el secreto de averiguarlo es hacer el intento. Y no hablamos de ir al parque o al gym durante dos o tres días, sino de convertir al ejercicio en un pasatiempo. Se sorprenderían de saber los progresos que se pueden lograr si no sólo dejan la actividad física como un propósito de Año Nuevo.
Ser “más felices”
¿Qué es la felicidad para ustedes? Algunos piensan que es un estilo de vida; otros prefieren dejarlo como pequeños momentos de total euforia; y así, hay miles de maneras en que se puede percibir.
Mucha gente se propone ser más feliz, aunque ni siquiera saben como. Luego se levantan esperando que la vida los llene de dicha, pero cuando eso no pasa, se sienten mal por ello y se preguntan qué es lo que les está saliendo mal.
Sea cual sea su versión de la felicidad, hay que saber una cosa: todo depende de ustedes. Es cuestión de que decidan cómo quieren iniciar su día, cómo responder a los demás en la chamba, qué hacer cuando llegan a su casa y muchas otras cosas.
Tal vez no deberíamos esperar a un nuevo año para sonreír a la vida, ¿no creen?
Dejar de hacer buenos propósitos que no van a cumplir
Quien ha vivido en este mundo el tiempo suficiente, sabe que ya ha dejado muchas cosas pendientes. Mientras algunos están tratando de dejar una dieta basada en sopas maruchan, hay otros que realmente quieren dejar de prometerse cosas que no van a cumplir.
Eso siempre los lleva a fantasear acerca del hombre o mujer de acción en que se convertirán si se dejan de juegos. Llega la noche previa al Año Nuevo y deciden que se comerán al mundo de un sólo bocado, pero no toman en cuenta que a veces, la flojera es una botana que suele dar indigestión.
Una cosa es visualizar todo lo que haremos dentro de nuestro cerebro y otra es simplemente tomar cartas en el asunto.
En fin, así es como llegamos al final de esta educativa lista, pero no sin antes decirles que les deseamos todo el éxito posible para el 2017.