Una de las cosas más comunes de caminar en una ciudad es el “riesgo” que implica que, en algún momento, podrías pisar un chicle que algún desconsiderado dejó por ahí. Pero, ¿te imaginar pisar todo el tiempo goma de mascar? No nos referimos a pisar estos desagradables desechos en la calle, sino a un zapato con suela hecha de chicles desechados.
Jolande Penninks, junto con cuatro personas más, crearon en Ámsterdam la iniciativa Gumbuddy que, de acuerdo con El País, colocó en distintos puntos de la ciudad tableros específicamente diseñados para que la gente pegue los chicles que ya no vaya a mascar.
Estos tableros, instalados en lugares donde mucha gente transita como centros comerciales o estaciones de autobuses y trenes, pretenden reducir el problema de la contaminación en las calles y sensibilizar a la gente sobre la enorme presencia de este tipo de desechos en la ciudad.
“Ajá, los pegan en tableros, ¿y luego qué?”. Bueno, esto mismo se plantearon las autoridades de Amsterdam, quienes tuvieron la idea de usar los chicles recogidos por Gumbuddy y otras iniciativas similares para realizar Gumshoe, el primer calzado hecho con chicle en el mundo.
“Comenzamos creando una forma para concientizar a la gente sobre este problema. De ahí salió la idea de crear un producto que la gente quisiera de algo que a nadie le importa“, dijo un vocero del proyecto a The Verge, quien también señaló que las suelas hechas de chicle son tan duraderas como las normales e incluso huelen a chicle.
De acuerdo con El País, cada año 1.5 millones de kilos de chicle terminan en las calles de Holanda, y su limpieza cuesta millones de euros a los ayuntamientos del país. Sin mencionar que por sus ingredientes sintéticos los chicles tardan entre 20 y 25 años en degradarse.
Por toro lado, para hacer más interesante y de ayuda al planeta, los involucrados en Gumshoe buscan que las suelas de los zapatos puedan reciclarse y reemplazarse cada que se necesite.
