Lo que necesitas saber:
Muchos ignoramos los procesos de algunas funciones de nuestro cuerpo. ¿Para qué sirve la saliva y cómo hace su trabajo?
Nuestro cuerpo es un conjunto de tejidos, aparatos, sistemas y órganos encargados de cumplir con diferentes funciones. Y por increíble que parezca, muchos ignoramos el papel de ciertos elementos que componen nuestro organismo. ¿Qué diablos es la saliva? Esa secreción líquida que nos acompaña todos los días y que en realidad es tan necesaria como la respiración o los latidos del corazón.

En realidad, la saliva es un líquido que secreta nuestro cuerpo y está formado por componentes orgánicos e inorgánicos y resulta indispensable principalmente para digerir los alimentos. Muchas especies de animales también la producen y lo que puede parecer asombroso es que los humanos secretamos entre 1 y 1.5 litros de saliva diariamente.

Cuando comemos, hablamos o besamos, la saliva está presente. Se podría decir que es una especie de escudo para nuestro cuerpo y su función (entre otras tantas) es combatir a las bacterias para mantenernos sanos. Aquí tenemos algo sobre las distintas funciones de la saliva, así como algunas de sus curiosidades.
Cómo trabaja la saliva
Las glándulas salivales son las encargadas de secretar ese líquido espumoso que conocemos como saliva o baba. Según datos científicos, durante nuestra vida podemos llegar a secretar un total de hasta más de 40 toneladas de este líquido que se compone de un 99% de agua y un 1% de otras sustancias que resultan vitales para nuestro organismo.

También según dice la ciencia, nuestro organismo está compuesto en hasta un 70% de agua, aunque esto no resulte notable a primera vista. Nuestro cuerpo realiza distintas funciones y algunas las controlamos y otras actúan de forma automática e involuntaria, la secreción de saliva es una de ellas y su generación es mucho más activa de día que de noche.

Este fluido es considerado como la primer barrera que tiene nuestro organismo contra las infecciones, ya que cuenta con ciertos compuestos que realizan funciones antibacterianas y antifúngicas.
También ayuda a mantener nuestra boca limpia y lubricada y también evita la corrosión y oxidación de los dientes, gracias a que contiene algo de bicarbonato sódico, encargado de regular la acidez.
Funciones y curiosidades
Básicamente, este líquido tan particular nos ayuda en el proceso digestivo. Entre los elementos que lo componen existen ciertas enzimas que se encargan de hidrolizar sustancias como el almidón y la sacarosa para después convertirlas en fructosa o glucosa y así hacer más fácil nuestro consumo de alimentos. Otras enzimas salivales ayudan a digerir las grasas desde que entran a nuestra boca.

Gran parte de la saliva que generamos se va hasta nuestro sistema digestivo donde es reciclada, aunque cierta cantidad también se evapora. Durante la digestión, también ayuda a que ciertos nutrientes lleguen hasta el torrente sanguíneo. El cuerpo genera más cantidades de este líquido cuando estamos hambrientos, estresados o incluso ante el deseo sexual.

Aunque no lo parezca, la saliva es una gran trabajadora. Nuestro cerebro sabe cuándo nos hace falta el líquido al detectar la poca segregación de saliva. Asimismo, va de la mano con el sentido del gusto. Algunas de las sustancias que contiene activan nuestras papilas gustativas y así nos es fácil detectar el sabor de las cosas.
Otras propiedades únicas
Por otra parte, realiza un trabajo selectivo cuando besamos a alguien. Durante el intercambio de fluidos de un beso hay un intercambio hormonal y si hablamos de la química en una pareja, en ciertos casos las hormonas pueden trabajar como un estimulante o afrodisiaco para la otra persona, o en otros como un repelente.

Aunque su trabajo es auxiliar a nuestro organismo, también existen enfermedades que son transmitidas mediante este fluido como los resfriados o la mononucleosis, también llamada “enfermedad del beso” y de hecho también sirve para detectar enfermedades infecciosas y no infecciosas como el COVID-19, el VIH, la diabetes o males cardiovasculares, entre otras.
Entre otras de sus funciones está el facilitar el habla al hidratar la mucosa, lubrica nuestra boca y garganta y también ayuda a cicatrizar los tejidos.

Científicos del Instituto Pasteur de París descubrieron que la saliva contiene un analgésico opiáceo conocido como opiorfina que es seis veces más potente que la morfina y se relaciona con el placer que sentimos al comer y reduce el dolor cuando ingerimos alimentos difíciles de masticar.
Así que la saliva es nuestra aliada, ya sea en la salud, en la supervivencia, el amor o el placer, está ahí como nuestra fiel representante, y como otros órganos y sistemas, se dedica a llevar a cabo su labor.