A parte de los tráilers, el otro gran material para promocionar una película son los pósters o afiches. Los vemos en los cines, en las calles o en el Internet; algunos son tan buenos que las personas buscan llevárselos a sus casa como objetos de colección. Aunque hay personas que buscan conseguirlos no por buenos, sino por lo extremadamente extraños que son.
Durante los años 80 y 90, la industria de exhibición cinematográfica en Ghana no recibía los clásicos pósters que todos conocemos, por lo que para promocionar una película tenían que hacerlos ellos mismos. ¿Pero cómo hacer una imagen promocional de una película que no has visto o de la que sabes muy poco? Nada más que ingenio.
Con el paso del tiempo cinéfilos y coleccionistas de varias partes del mundo descubrieron estos curiosos carteles y se convirtieron en piezas que la gente busca. Jeaurs Oka Afutu, de 39 años, es un artista que se dedica a pintar estos pósters; comenzó a los 14 años y ahora los pinta desde su casa, para luego venderlos por un precio de entre $75 y $100 dólares la pieza.
“La acción y la guerra funcionan muy bien… las mujeres también. Ambas, de hecho”, contó Afutu a CNN. “Depende de lo que la audiencia prefiera”.
Estos posters se colocaban originalmente en pequeños cines improvisados de Ghana, en los que las películas se veían al aire libre. Para atraer a las persons, artistas como Jeaurs Oka Afutu tenían que ingeniárselas para crear imágenes que atrajeran a las personas, a veces, incluso, retratando situaciones que no se ven en las películas que promocionaban.
El desarrollo económico y tecnológico ha provocado que estas obras ya no se utilicen, por lo que los mercaderes de arte de la zona se dedican a buscar piezas creadas durante la “Epoca de Oro”, entre los años 80 y 90, con pósters que se venden entre $1,500 y $3,000 dólares.