Así como muchas experiencias de la vida, internet también es capaz de darnos lecciones sumamente importantes. En esta ocasión, una de las enseñanzas llega a cuenta de un policía que, al intentar penalizar el exceso de velocidad, terminó cometiendo el mismo error que el infractor, pero con consecuencias aún peores.
Esta breve historia tuvo lugar en una autopista de Florida, Estados Unidos. Un oficial se encontraba vigilando a los conductores y notó que alguien viajaba demasiado rápido (aproximadamente a 145 km/h), por lo que comenzó a seguirlo. En su afán de alcanzarlo para darle su respectiva multa, aceleró hasta los 220 kilómetros por hora y ahí radica la razón por la que escribimos esta nota.
El policía no sólo falló en su intento de impartir la ley, sino que dejó completamente inservible su vehículo. Cuando la persona a quien perseguía por fin se detuvo a un lado de la carretera, el polizonte se acercó para aplicar la infracción, pero sus acciones se vieron frustradas cuando comenzó a oler humo. Este provenía de su patrulla, la cual había comenzado a incendiarse.
Como no es lo mismo contar lo sucedido que compartir el video que encontramos en YouTube, decidimos que dejaríamos en desenlace de este relato para que ustedes lo vean por cuenta propia.
¿La lección aprendida aquí? ¡Ah, cierto, casi lo olvidamos! Uno no puede ponerse en los zapatos de los demás, sobre todo cuando ellos están haciendo locuras que podrían poner su vida en peligro. En esta ocasión, el oficial sólo pagó con el ridículo que hizo ante toda internet, pero todo pudo resultar mucho peor. La multa debió ser para él.