El nuevo patrimonio de la humanidad, no es una escultura, no es una construcción, ni mucho menos un reggaetón. Como ha ocurrido desde el 2008, la UNESCO elabora una lista de tradiciones procedentes de diferentes partes del mundo, las cuales conforman el patrimonio intangible de la humanidad, y dentro de esa selección, incluye los procesos de producción de alimentos típicos.
Y en este 2017, la UNESCO ha nombrado como Patrimonio de la Humanidad ni más ni menos que a la Pizza. Y no cualquier Pizza (Tú no Hawaianna. Hasta crees que una pizza con piña podría ser patrimonio de la humanidad…)
Hablamos de la Pizza Napolitana, cuya labor ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y no crean que por el sabor, ni por la cantidad que se consume, sino por la tradición que existe detrás de este platillo, en donde se calcula que tan sólo en Napoles, existen 3,000 pizzaioli que practican el arte de hacer pizzas en hornos de barro, pasando consejos y recetas de generación en generación para lograr los imprescindibles giros de la masa en el aire y su tradicional receta que ha hecho de su proceso, toda una cultura digna de preservar, ademas de convertirse en un importante motor para la economía italiana.
De hecho, se calcula que cada italiano come casi 8 kilos de pizza al año, sin embargo, el país que registra mayor consumo per capita es Estados Unidos, en donde se calcula que cada persona se empaca 13 kilos de pizza anualmente y aunque se presume que los orígenes de la pizza nacieron desde de la edad media, a lo largo del tiempo se ha ido perfeccionando, hasta determinar cuál es la cantidad exacta de cada ingrediente, las temperaturas y los tiempos que ha sido merecedora de tan grande distinción.
Para el alcalde de Napoles, la distinción es “la señal de la potencia de Nápoles a través de su arte, su cultura, sus tradiciones, sus raíces, su creatividad y su fantasía”, mientras que por su parte, el ministro, Maurizio Martina, afirmó que este es “Otro paso hacia la protección del patrimonio de Italia”.