Después de ver Náufrago con Tom Hanks, estamos seguros que muchos terminaron con miedo a quedarse varados en una isla solitaria. Sin embargo, aunque no lo crean, hay quienes tienen experiencias más intensas que ni siquiera a Hollywood se le hubiera ocurrido. Tal es el caso de un pescador que aunque no lo crean, sobrevivió un ratote agarrando una boya… sí, no es broma, esto sucedió y es algo sumamente impresionante.

Esta es la historia de David Soares, un hombre de 43 años originario de Río de Janeiro, Brasil. Resulta que el pasado 25 de diciembre salido solo de la playa de Atafona, en el norte del estado para pescar, pero dos días después apareció su embarcación a la deriva en el Océano Atlántico y nadie sabía nada de él. Por supuesto que su familia se preocupó, es por eso que avisaron a sus compañeros y a las autoridades para que iniciaran los trabajos de búsqueda para encontrarlo.

Foto: Captura de pantalla

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Este pescador se quedó a la deriva y sobrevivió dos días agarrado a una boya

De acuerdo con lo que el pescador contó a medios locales, cuando estaba empezando a pescar, se cayó de la embarcación e intentó regresar, pero fue imposible. Sin embargo, una vez que se dio cuenta de que no podría volver a su barco, se quitó la ropa que traía puesta porque le pesaban y simplemente se dejó llevar a la deriva. Tras cuatro horas nada con la corriente, llegó a una boya de señalización cerca del puerto de Açu, a la que se subió y aferró con la esperanza de que alguien lo rescatara.

Los primeros diez minutos fueron los más difíciles para mí (…) “El agua estaba agitada y hacía viento… así que decidí dejarme llevar por la corriente para gastar menos energía (…) Pensé que moriría de frío antes de que llegara la ayuda”, mencionó David Soares al recordar la complicada experiencia que vivió. Afortunadamente para él, dos días después de quedarse varado en mar abierto, sus compañeros lo encontraron sano y salvo (en lo que cabe).

Según la persona que lo rescató, en el camino de vuelta, el pescador estaba de buen humor, sonriendo e incluso bromeando, como si nada pasara o solo . Más tarde, David declaró que se emocionó mucho al ver la reacción de quienes le encontraron: “Estaban todos llorando”. Lo bueno fue que todo esto quedó en un susto y pudo regresar con su familia. Aunque quién sabe, en una de esas, algún productor de Hollywood conoce la historia y en una de esas la adaptan en una película. Todo puede pasar…

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Me llamo Jesús pero todos me dicen Chucho. Me encanta la música y sé tocar algunos instrumentos, aunque creo que soy mejor escribiendo sobre las bandas que me gustan. Soy fan de los conciertos y festivales,...

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