A pesar de que la fiesta de fin de año es un evento de reflexión y de formar propósitos, no significa que las cosas no puedan salir mal. Cosas como que la cena se arruinó, el tío borracho que anda poniendo incómodos a todos o la tía a la que se le atoró la uva durante las campanadas del nuevo año.
Todo esto es de esperarse, pero que el perro de la familia se deschabete y ataque, es todo un escenario de pesadilla.
Para Brenda Guerrero, el fin de año se convirtió en pesadilla, después de que su mezcla de pitbull, Scarface, la atacara cuando esta intentó ponerle un suéter.
Horrorizado, su esposo Ismael y su hijo de 22 años, intentaron detener el ataque, lo que resultó en que el perro desviara su agresión a ellos también.
Viendo la peligrosa situación, el hijo de los Guerrero se precipitó y acuchillo el cuello del enfurecido animal, en un esfuerzo por detenerlo.
Cuando la policía de Tampa, Florida, arribó a la sangrienta escena, intentaron detener al can con un taser, pero esto no fue suficiente:
“Después de recibir el impacto, el perro seguía tirando con mucha fuerza.”
No fue hasta que los Servicios de Control Animal le dispararon un tranquilizante, que los oficiales pudieron retirar al perro, el cual describieron como muy agresivo.
A pesar de lo vicioso del ataque, no sabemos cuanta fue la insistencia de la señora para causar semejante reacción del perro, además que la acuchillada solo sirvió para poner en un estado aún más violento al can.
Claro, esto tampoco significa que se deba ignorar la agresividad del animal, el cual como varios vecinos han declarado, pudo haber puesto en riesgo la vida de varios de los niños del vecindario si este se llegaba a escapar.
Aún no se determina si los Servicios de Control Animal, sacrificarán al perro. Lo que sí, es que esta familia quedará escamada de querer ponerle cualquier prenda a cualquier perro que lleguen a tener.