No hay cosa más difícil que tener que llevar a dormir a una mascota, pero como decía el “Divo de Juárez”: el tiempo pasa y nunca perdona.
La mezcla de sentimientos encontrados estalla en ese momento cuando el veterinario está a punto de aplicar la inyección que servirá para dejar ir a nuestra querida mascota.Pero, ¿ qué pasa cuando esto no es necesario y lo mejor es dejar que la naturaleza tome su curso?
Un chihuahua, que se encontraba en muy malas condiciones en un refugio para animales en los Estados Unidos, encontró una segunda oportunidad. Además de su vejez, su salud no era para nada buena y los miembros del refugio no creían que fuera a durar mucho.
Sin embargo, la encargada del marketing de la Sociedad Humanitaria de Asheville, Heather Hayes; decidió llevarse a la perrita, diciendo qué de tener que morir; lo mejor sería que fuera en un hogar donde le pudieran dar amor, aunque fuera un día.
“Los miembros del refugio no creían que pudieran darla en adopción debido a su mala salud. Pero yo les dije, “déjenme llevármela esta noche y si vemos que no puede tener una buena vida y tenemos que dejarla ir, quiero que sea en una casa. Al menos, que sienta amor por 24 horas.”
Esto ocurrió hace cuatro años y al día de hoy, esta perrita bautizada como Jay-Z, sigue sorprendiendo a todos ya que que no sólo sigue con vida, sino que además la vive al máximo, como si nunca hubiera estado enferma.
“Es muy reconfortante traer animales que han sido abandonados y brindarles un hogar. Ella tiene la más increíble voluntad de vivir de cualquier animal que haya conocido.”
Pues sí, en un giro de tuerca muy enternecedor, está perrita de edad avanzada ha demostrado que a veces, lo único que se necesita es el amor de alguien más y la voluntad para continuar adelante.
