El Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT por sus siglas en inglés, uno de los más reconocidos e importantes a nivel mundial, junto con ‘Oppino’, premió los inventos de ocho jóvenes mexicanos, que participaron en el concurso anual, “Innovadores menores de 35 años de Latinoamérica 2020”, (Innovators Under 35 Latam), por contribuir hacia un mundo mejor en las categorías de proyectos Innovadores, Emprendedores y Humanitarios.
Los nuevos Einstein, Curie y Graham Bell del siglo XXI, son chavitos de 23 a 34 años, tres mujeres y cinco varones que con esfuerzo y a base de ensayo y error, pero sin claudicar, han logrado desarrollar y hacer tangibles sus proyectos que de acuerdo con un comité especializado de evaluación, resultan una aportación invaluable, la más creativa e inspiradora, la más revolucionaria tecnológicamente para los retos que enfrentan la sociedad el planeta. Lo mejor es que está hecha por jóvenes.
Aunque la mayoría de los 250 participantes en total, presentó un proyecto cuya utilidad favorece a varios tipos de discapacitados, los inventos de los ocho jóvenes mexicanos acapararon temas de sustentabilidad, energías renovables, impresión en 3D y educación entre otros. Para que puedan dimensionar la importancia de este galardón, personalidades de la tecnología como Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, Sergey Brin, fundador de Google o Linus Torvald, desarrollador de Linux comparten este premio.
Nuestros genios ganadores son:
Marcela Torres (32 años)
Encargada de diseñar un programa educativo con una duración de cinco meses, para que refugiados y migrantes puedan acceder a un empleo, pero además, financia a sus alumnos hasta que reciben su primer sueldo.
Mariel Pérez carrillo (27 años)
La ingeniera bioquímica combina la inteligencia artificial con el Internet de las Cosas para poder dotar de alimento a toda una colonia, qué digo una ciudad, sino al mundo entero, gracias a un ingenioso mecanismo de defensa. “Me fui al campo para aprender de los agricultores y me di cuenta de que no saben cómo se encuentra su cultivo. También desconocen en qué estado se encuentra su suelo”.
Sara Landa (26 años)
Mientras que los hongos son desperdiciados, la ingeniera química, descubrió que sus compuestos biológicos optimizan la absorción de nutrientes por parte de los cultivos para reducir el uso de fertilizantes. La joven mexicana, considera que su innovación puede ser la solución frente al problema del hambre mundial.
Adán Ramírez (23 años)
Tuvo a asombrosa idea de fabricar paneles solares a partir de microalgas y nanofluidos que por un lado son biodegradables y son capaces de absorber dióxido de carbono y además, generan energía. Ramírez, considera que los paneles inteligentes, podrían ayudar a colonizar marte.
Irving Rivera (27 años)
En respuesta al agotamiento de acuíferos, contaminación y dependencia de fertilizantes y pesticidas en tierra agrícola, el joven ingeniero analiza los terrenos agrícolas y recomienda el cultivo más adecuado para reducir el uso de pesticidas y aumentar la productividad.
Alan Aguirre (34 años)
Egresado del Tec de Monterrey, ha dedicado sus esfuerzos para comprobar que la industria química puede beneficiarse con la luz solar. “Si podemos iniciar reacciones químicas industriales con luz en lugar de con temperatura, reduciremos el impacto en cambio climático y la huella de carbono de los procesos químicos”, afirma.
Francisco Valencia (28 años)
Ha elegido una comunidad de escasos recursos para proporcionarles prótesis fabricadas en 3D de bajo coste para las personas más necesitadas. “Decidimos enfocarnos en la órtesis, porque si no atendemos a tiempo a estos niños con parálisis ya no se puede corregir al formarse los huesos y músculos”. Asegura el joven médico.
Carlos Monrroy (29 años)
Al joven biólogo mexicano Carlos Monroy decidió aplicar sus conocimientos científicos para luchar contra la polución, con sus bioreactores compuestos de microalgas que purifican el aire de manera eficiente.
