Si hay una cosa a la que a muchas parejas les llama la atención experimentar –en cuanto al sexo se refiere– esa es el tener relaciones en lugares públicos. Y es que varias personas (o eso nos han contado), con tal de sentir la adrenalina de que los puedan cachar en la movida le proponen a su pareja el dejar la intimidad de una habitación para darle rienda suelta a su amor en lugares donde haya gente o sea más fácil que los descubran.
Claro que no todos los casos son así, pues hay personas que no realizan esto con la intención de que los vean y en realidad terminan haciendo el “delicioso” (como diría la chaviza) en cualquier lugar porque de plano ya no se aguantaban las ganas de darle “gusto al gusto”. Si ustedes son de esos que al menos se toman el tiempo de escoger un lugar donde no haya gente, debemos decirles que eso no es garantía de que puedas echar pasión sin que te cachen. ¿POOOR?
Y es que recientemente se dio a conocer que en Shantian Road, en el distrito de Taiping en el sur de Taiwán, una pareja fue atrapada in fraganti por la famosa app de Google Maps (sí, esa que usas para llegar a lugares que no conoces), la cual los captó justo cuando estaban teniendo relaciones sexuales afuera del auto en el que viajaban. ¡Un mundo nos vigila!
Una pareja que al parecer andaba de paso por el lugar, decidió hacer una parada rápida en una carretera para echar un poco de pasión desenfrenada. Sin embargo, no contaban con que la tecnología –la cual al parecer está donde uno menos se lo espera–, los iba a capturar desnudos y abrazados. No sólo eso, sino que el satélite de Google Maps, además publicó la imagen en su modo “street view”.
De acuerdo con el portal Ladbible, fue un sujeto quien, a través de Facebook, posteó que el descubrimiento lo hizo cuando intentaba encontrar animales en la zona. Y bueno, al parecer este hombre no halló lo que buscaba, pero sí, se tocó con una pareja demasiado efusiva.
En fin, esto sólo nos demuestra dos cosas: la primera, que no hay lugar más seguro que una habitación (o eso creemos) al momento de echar pasión, y la segunda, que nunca sabemos quién está viendo lo que hacemos, incluso cuando pensamos que estamos solos.