Apenas el día de ayer, todos los amantes del entretenimiento para adultos estaban perdiendo los estribos por el supuesto cierre del sitio web XVIDEOS. Pero como era de esperarse, nada de lo temido ocurrió y todos fueron muy felices; excepto tal vez, Pamela Anderson.
De acuerdo a lo que dijo en un artículo de The Wallstreet Journal, que escribió junto al rabino Smuley Boteach, la conocida actriz y ex modelo de Playboy, esta clase de entretenimiento es “un peligro público de gravedad sin precedentes”, y por eso, parece encontrarse en una cruzada en contra de cualquier clase de pornografía.
¡Que alguien piense en los niños!
Esto fue lo que se escribió:
“Desde nuestras respectivas posiciones, como rabino-consejero y exmodelo de Playboy y actriz, hemos advertido con frecuencia sobre los efectos corrosivos de la pornografía en el alma de un hombre y en su capacidad de funcionar como marido y, por extensión, como padre. Esto es un peligro público de gravedad sin precedentes, considerando la gran disponibilidad de la pornografía, y lo fácil que es acceder a ella anónimamente y diseminarla.
En pocas palabras, debemos educarnos a nosotros y a nuestros hijos para entender que la pornografía es de perdedores – una válvula de escape aburrida, inútil y sin salida para los que son demasiado perezosos como para aprovechar los grandes beneficios de una sexualidad saludable.”
Esas son fuertes declaraciones, señorita Anderson, sobre todo si recordamos cierto video casero… ya saben, con su antiguo amor, Tommy Lee y esas cosas.
En fin, en este escrito también se comparten unos cuantos datos acerca de los niveles de consumo de pornografía según la Asociación Estadounidense de Psicología, y se insta a que “ocurra un cambio de época en nuestras vidas públicas y privadas”.
Después de ser publicado, el artículo recibió críticas por todas partes, debido a que la misma Pamela ha sido considerada un “icono del sexo”. Por otro lado, no podemos decir si el uso de la pornografía, realmente pueda ser considerado como un peligro para la sociedad sin tomar en cuenta las quemaduras de tercer grado en las manos de sus consumidores.
¿Ustedes creen que un poco de porno va a destruir el mundo como lo conocemos? ¿Estarían dispuestos a acompañar a Pamela en su misión? Nos interesa saber qué opinan, así que háganlo sin pena.