Hace unos días les presentamos la historia del aventado de “Don Chuy”, tamaulipeco que por una caguama y ver a su hija le perdió el miedo al pastito y se arrojó contra éste en intrépido lance cuyos resultados, por suerte, no resultaron fatales. Bueno, no había manera…
Ahora les traemos este video, en el que el tráfico llevó a un ruso a niveles delirantes de estrés… tanto así que terminó por salirse de su taxi y arrojar su godinezca humanidad contra un autobús de pasajeros… como podrán ver, del impacto tampoco hubo pérdidas que lamentar. Tampoco había manera, sobre todo porque el autobús no llevaba la velocidad necesaria.
Sin embargo, no puede negarse que el trancazo estuvo sabroso… aunque no lo suficiente para que el héroe de esta historia se levantara y –según RT- volviera a abordar su taxi y dirigirse a su trabajo. Bueno, ni siquiera para solicitar permiso para ir con el doctor. Así de resistentes son los paisanos de Putin.