No cabe duda de que nada es imposible en esta vida, como quien dice ‘de que se puede, se puede‘. Este niño es todo un ejemplo de perseverancia, de lucha, de que todo lo que nos proponemos lo podemos lograr. Toda una historia de superación, ahí les va.
Hace algunos días circuló en las bellas redes sociales unas fotos de un niño que estaba haciendo su tarea en el piso de la avenida Acueducto de Morelia y Ventura Puente en Morelia, Michoacán. Todo esto mientras su mamá vendía dulces. Si no saben de qué hablamos, por acá les dejamos la imagen que se volvió viral.
Después supimos que el nombre de este pequeño es Eduardo Rafael y que tiene 12 añitos de edad. Tras saber su nombre, también conocimos que es todo un niño inteligente, porque terminó la primaria con un promedio de 9 –algo que no muchos pueden lograr–. Lalo explicó que en las mañanas iba a la escuela y en la tarde cuando salía acompañaba a su mamá a trabajar. Mientras ella pasaba entre los carros, Lalo y su hermana tenían un cartón para sentarse, y a veces él la ayudaba.
La mamá del niño, Yolanda Hernández dice que no le gusta que sus hijos se queden solos en casa, por eso los lleva con ella a trabajar. La señora Yolanda ha sacado adelante a su familia con la venta de los dulces, pero espera que con la educación que le está dando a su hijo, puedan tener mejores oportunidades.
Ahora, el buen Lalo recibió una beca por parte del mismísimo secretario de Educación del Estado, Alberto Frutis Solís, quien se convirtió en su padrino no solo para que entre a la secundaria, sino hasta que termine sus estudios. El secretario Frutis (suena jocoso pero así se apellida) dijo que buscarían a más niños que estuvieran en la misma condición que Lalo para apoyarlos y lograr que todos ellos tengan la educación que merecen.
Con esta beca, el niño está contando los días para entrar a la secundaría, y así cumplir sus sueños: ser futbolista o estudiar ingeniería eléctrica. Sabemos que la situación no solo en México sino en todo el mundo es complicada pero, lo importante es ver cómo le hacemos para salir adelante.
¡Eres un crack, Lalo!
