Casi a diario conocemos historias de perritos, algunas bastante divertidas, unas más tiernas y otras un tanto tristes. El día de hoy lamentablemente les traemos una historia sad, de esas que nos hace reconsiderar esta sociedad y que al final nos deja con un nudo en la garganta, pues un pequeño tuvo que abandonar a su mejor amigo, a su perrito porque su papá no lo quería y prefirió llevarlo a un lugar en donde lo pudieran cuidar que dejar que siguiera sufriendo.
Esta es la historia de Andrés, un niño mexicano de 12 años de edad que al parecer es originario de Michoacán. Su historia es bastante peculiar porque decidió dar en adopción a su mascota para evitar que su padre lo siguiera maltratando, pues al parecer no le caía bien el pequeño perrito. Así que con la ayuda de su mamá y sin que el padre se diera cuenta –así como en las películas– lo llevaron en una caja de cartón hasta la puerta de un refugio y lo dejaron ahí con una carta y hasta un peluche.
Por supuesto que este caso se volvió viral y gracias a una página de Facebook encargada de cuidar a estos bellos animalitos llamada Amigos de Lucho es que conocemos la historia. En su publicación cuentan que Andrés y su mamá pidieron desesperadamente la ayuda del refugio porque no sabían qué hacer y temían por la vida del pobre animalito, así que preferían dejarlo con ellos.
Y sabemos que se están preguntando, ¿qué decía la carta y por qué le dejó un peluche? Pues en ella el pequeño le contaba a la persona que recibiera a su perrito todo lo que tuvo que hacer para salvarle la vida al cachorro. Tal cual esto fue lo que escribió: “Me llamo Andrés y tengo 12 años, entre mi mami y yo decidimos dejarlo en manos de ustedes a escondidas de mi papá porque pensaba venderlo. Pero lo maltrata, una vez lo pateó tan duro que le lastimó su colita. Espero puedan ayudarlo y lo cuiden”. Ya para terminar dijo que el peluche lo había dejado para que su mascota no se olvide de él.
Haciéndole caso a Andrés, las personas encargadas del refugio de animales donde terminó el perrito dijeron que lo llevarían a revisión médica pues en efecto y a su corta vida, el doggo tenía algunas lesiones menores y por supuesto, le darían todo el amor que necesita mientras le encuentran un hogar sano. Sin duda este tipo de historias, así de amargas, nos recuerdan que aún vivimos en un mundo donde el maltrato animal sigue siendo algo normal, afortunadamente aún hay personas como este pequeño que tienen un inmenso corazón.
