Mostrando más la capacidad regenerativa que poseen los chinos, en el siguiente video un niño cae desde un tercer piso. Y no sólo eso, también alcanza golpear a un auto antes de, por fin, darse de lleno con el asfalto.
Contrario a lo que se podría suponer, el niño de tres años se levanta y sin ningún y “sólo” se tambalea. Esperemos que haya recibido asistencia médica, porque ileso seguramente no salió.