Si las famosas sueñan con bañarse en leche de burra, por qué los italianos no iban a tener su propia tina de vino tinto. Los habitantes de Settecani, un pueblo cercano a Módena, están haciendo su agosto en pleno marzo, y es que, un error en la conexión de tuberías, ha provocado que en todos y cada uno de los grifos que hay en la localidad, emane el elixir de los dioses en lugar de agua. Un problema serio, pero por el que bien podrían sacrificarse y hasta acostumbrarse.
Como es bien sabido, además de ser la cuna del arte, Italia es uno de los pocos países europeos, orgulloso poseedor de la denominación de origen del vino, por lo que la competencia por la cantidad y calidad de producción ha ido a la alza en los últimos años, de tal manera que los enólogos, han optado por utilizar tuberías para transportar y envasar el vino.
Pues resulta que el pasado 4 de marzo, una de las tuberías del circuito de lavado de la línea de embotellado colapsó, provocando que el vino terminara en las tuberías del acueducto, cuya presión es mayor que las del agua. Razón suficiente para que los grifos de las casas aledañas, vertieran vino tinto en lugar de agua potable. Pero no se trataba de cualquier vino, no señores, la bodega que tuvo el incidente, era propiedad de Riunite Lambrusco.
De acuerdo con medios locales y con el propio fabricante quien se ofreció a dar una explicación en su fan page de Facebook, fueron litros y litros de ‘Lambrusco Grasparossa’, los que literalmente, se fueron por la coladera. Además de que especificaron que el líquido derramado no representaba un riesgo para la salud.
Así es que ni raudos ni perezosos, como era de esperarse, decenas de lugareños aprovecharon para hacer su ‘apartadito’ y almacenar la mayor cantidad de alcohol posible. Por desgracia, el sueño les duró muy poco, las autoridades señalaron que las tuberías fueron reparadas el mismo día.
