Nikolái Bagáyev, un veterano ruso sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, a la Perestroika, a la guerra de Kosovo y vivió muy de cerca la adhesión de Crimea. Pero ahora, a sus 102 años, también puede presumir que el COVID-19 le hizo los mandados. “Fue duro, pero vi que los médicos estaban peleando, y yo les ayudé. Nací por segunda vez a los 102 años y medio”, asegura este abuelito.
Aunque estuvo muy delicado de salud y estuvo hospitalizado por un periodo de 37 días, los médicos se mantienen asombrados de ese caso al que han calificado como ‘único’. Pues son contadas las personas mayores de 100 años que sobreviven a esta terrible enfermedad en todo el mundo.
Pero, coinciden en que parte de su recuperación se debió a que el veterano llevó una vida saludable, además de que sus ganas por salir adelante también influyeron. Sin embargo, esta no es la primera vez que Nikolái Bagáyev, se debate entre la vida y la muerte.
Honor a quien honor merece
Ni qué matrioshka ni qué nada. De acuerdo con ‘RT‘, el abuelito ruso que puede presumir de las más altas condecoraciones, fue herido de bala en dos ocasiones durante los seis años que duró la Segunda Guerra Mundial. Según recuerda, en una de ellas estuvo cerca de no contarla. Pero siempre contó con el apoyo de los mejores médicos que lo curaron y le permitieron volver al campo de batalla.
Gracias a eso y a los cuidados que recibió durante su estadía en el hospital, que le salvaron la vida, es ahora el titán militar quien considera ‘héroes’ al cuerpo médico que se ha mantenido en primera línea desde hace más de un año. Tiene toda la razón, nosotros también lo creemos y nos ponemos de pie ante su temeraria vocación.
La historia de Nikolái Bagáyev, fue compartida en redes sociales por Alexánder Jódyrev, nada más y nada menos que el alcalde de la ciudad de Koroliov, quien no pudo ocultar su emoción al saber que el veterano de guerra, estaba listo para otra batalla. Pero, afortunadamente no es el único, de este lado del charco, también tenemos nuestros orgullos. Tal es el caso del abuelito queretano de 96 años, que venció el COVID-19.