Lo que necesitas saber:
David Alfaro Siqueiros fue uno de los principales muralistas mexicanos que tuvimos en el siglo XX. Un área que había permanecido cerrada en el Colegio de San Ildefonso abrió recientemente y muestra el trabajo mural de este artista rebelde.
El Antiguo Colegio de San Ildefonso es uno de los lugares de la CDMX que no necesitan presentación. Fue una de las instituciones educativas y culturales de mayor importancia de México desde los tiempos de la Nueva España. Lo que muchos no sabíamos es que en el área de uno de sus patios se conserva un conjunto mural del célebre David Alfaro Siqueiros.
Este colegio colonial fue fundado por los jesuitas en 1588 y originalmente era un seminario para los estudiantes de esta congregación. Desde 1992 es un museo único en la ciudad donde podemos disfrutar del arte y la historia de nuestro país y otras culturas.
Para la gran sorpresa de todos los admiradores del arte, desde este mes de julio abrió su área llamada “Patio Chico”, también conocido como el “Patio de los Novicios”, donde permanecen cuatro murales que Siqueiros pintó en el colegio a la edad de 26 años. Estas obras están en los muros del cubo de la escalera y en el segundo piso de este patio y permanecieron ocultos por largos años.
El joven Siqueiros llega a la Ciudad de México
Se sabe que Siqueiros nació en 1896 en Camargo, Chihuahua, aunque también se dice que nació en la Ciudad de México. Sus primeros estudios artísticos los hizo en Irapuato, Guanajuato, donde llegó a vivir a la casa de sus abuelos con su padre después de la muerte de su madre.
Tras la muerte de su abuela se trasladó a la Ciudad de México. Un David Alfaro rebelde se pronunciaba contra el gobierno de Porfirio Díaz a su modo. Para 1911, con 15 años de edad, era estudiante de la Escuela Nacional Preparatoria y por las noches se preparaba en la Academia de San Carlos, donde llegó a participar en protestas estudiantiles.
Con la caída Victoriano Huerta, Siqueiros se unió a la lucha posrevolucionaria y viajó con el ejército por todo el país. Después en 1919 viajaría a Europa para perfeccionar su arte y en París conoció a Diego Rivera y juntos viajaron a Italia para estudiar el trabajo de los pintores del Renacimiento.
Siqueiros llegó a ocupar el puesto de canciller del Consulado de México en Barcelona, España y a su regreso a nuestro país en 1922, se dedicó a trabajar en los muros del Colegio de San Ildefonso —que era entonces la Escuela Nacional Preparatoria—, por encargo del secretario de Educación Pública, José Vasconcelos junto con un grupo de artistas plásticos.
Los primeros murales de Siqueiros en San Ildefonso
Los artistas encargados de plasmar su arte en los muros del colegio fueron Diego Rivera, José Clemente Orozco, Fermín Revueltas, Jean Charlot y Ramón Alva de la Canal. A Siqueiros, con 26 años de edad, le tocó plasmar su arte en el área de la escalera del “Patio Chico”, que ya era la única disponible.
Siqueiros pintó ahí los que serían sus primeros murales entre 1923 y 1924, pero su trabajo no estuvo libre de complicaciones. El espacio de las escaleras era oscuro y le dio algunos problemas técnicos al joven muralista. También llegó a distanciarse de José Vasconcelos por cuestiones estéticas.
Otro problema eran los estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria, que inconformes con el arte pictórico de los muralistas reclamaban que carecía de una naturaleza pública, y hasta llegó a haber tiroteos. Los artistas tenían que ir a trabajar con una pistola enfundada en la cintura para evitar problemas. Los estudiantes llegaron a dispararle a los murales.
Los murales ocultos de David Alfaro Siqueiros
El arte de Siqueiros que vamos a encontrar en el nuevo patio de San Ildefonso incluye los murales llamados “El Espíritu de Occidente”, donde se puede ver a una mujer alada y rodeada de símbolos inspirada en el arte pictórico de Teotihuacán. El muralista también representó el mestizaje con una pareja —Europa y América— que carga a un niño mestizo.
Y en el muro frontal del segundo piso de este patio, tenemos “Los mitos caídos” de 1923, donde se ven a Cristo y a Satanás que vuelan por encima de la monarquía y la democracia. También en el segundo piso encontramos “El entierro del obrero sacrificado” de 1924, un retrato sincero del pueblo mexicano donde dos mujeres indígenas se lamentan sobre un ataúd decorado con el martillo y la hoz. Y en “El llamado a la libertad” se ven a dos mujeres que rompen las cadenas de la opresión.
Estos dos últimos quedaron inconclusos, pues ya con el gobierno de Plutarco Elías Calles y sus nuevas políticas Siqueiros y José Clemente Orozco fueron despedidos. Siqueiros siguió activo en el Partido Comunista Mexicano y fue encarcelado en el Palacio de Lecumberri y más tarde sufrió el exilio y exhibió su obra en países del mundo como Estados Unidos y Argentina.
El arte mural de Siqueiros
Al “Patio Chico” se le considera como la parte más antigua del Colegio de San Ildefonso. Se construyó entre 1712 y 1718 y era el espacio donde los estudiantes tomaban los votos de la compañía. Los murales de Siqueiros permanecen en este espacio y ahora podemos verlos con su reciente apertura.
Siqueiros junto con sus contemporáneos marcó un antes y un después en el arte y tenía una mirada especial que retrató temas como lo revolucionario y lo social mexicano proyectado con emociones intensas. Sus murales sugieren profundidad y movimiento y su arte —que es definitivamente inquietante— lo podemos encontrar en México y otros países como Argentina o Chile.
El Colegio de San Ildefonso está en Justo Sierra 16, esq. con República de Argentina, Col. Centro. Está abierto de miércoles a domingo de 11:00 a 15:00 horas. El precio de la entrada es de 50 pesos y los domingos es gratuita para todos.