“Los chicos amables siempre terminan de último”, es una de las frases que todas las generaciones conocen, y es que en la consciencia popular la idea de que las mujeres prefieren liarse con “chicos malos” sigue perdurando hasta el día de hoy.
Pero al parecer esto no es solo un cuento de lavadero, ya que según un estudio realizado por la Universidad Ghent en Bélgica, ha comprobado que ciertos comportamientos negativos –fumar, beber– hacen a los hombres más atractivos como parejas de una noche.
Y claro, el estar así también ayuda bastante.
Este estudio llamado “The Young Male Cigarette and Alcohol Syndrome” (El Síndrome del Alcohol y el Cigarro en los Jóvenes), conducido por Eveline Vincke, confirma las posibilidades que estos comportamientos negativos realmente hacen a los hombres excitantes para relaciones a muy corto plazo.
Es más, las advertencias sobre este comportamiento solo incrementan la excitación y hacen aún más atractivas a estas características.
Claro, esto no solo es un asunto de las mujeres ya que otros estudios han demostrado que en el caso de los hombres, el realizar actividades “riesgosas” sirve como una manera de demostrar su masculinidad ante otros hombres, convirtiendo estas actitudes en algo deseable.
Aún así, no hay razones biológicas para que las mujeres se sientan atraídas por los “chicos malos”, sin embargo, a nivel cultural es otra cosa:
“Tanto hombres como mujeres se sienten atraídos por lo que es culturalmente atractivo. Nuestros deseos sexuales se encuentran moldeados por las sociedades en las cuales crecemos. No todas las sociedades en el mundo consideran los besos, el sexo oral, o cualquier número de prácticas sexuales como algo deseable. Si nuestros deseos sexuales fueran algo biológico, ¿entonces no tendrían que ser las mujeres con hombros y caderas amplias la más deseadas? ”
Si bien esta información es interesante, no es algo que no supusiéramos desde un principio, pero en fin, al final lo que realmente importa es tener una buena posición económica, ya que de nada sirve ser “malo” si no se tiene el dinero para el vicio.