Y hoy, en cosas que no cualquiera puede contar, te traemos el caso de una mujer de 30 años de China que quedó “atrapada” en el lugar más inesperado posible cuando el confinamiento por COVID-19 la alcanzó. ¡Estaba en casa de su cita de ciegas y ya no pudo salir de allí! (jajajaja).
Se trata de una mujer de apellido Wang, quien luego de ser invitada a una cita a ciegas a cenar, ya no pudo regresar a casa porque la ciudad donde vive entró en un confinamiento repentinamente. Hablamos de la ciudad de Zhengzhou, la cual fue “cerrada” luego de que las autoridades confirmaran al menos 100 casos de COVID-19.
Ten presente que las cosas allá en China no son como en nuestros paises de este lado del mundo, y en cuanto las autoridades ordenan que nadie salga, de verdad nadie puede salir. Recordarás que la pandemia empezó en ese país, por eso allá se toman muy enserio el ponerle freno de mano a los rebrotes de la enfermedad. Literal, tienen una política de “cero COVID-19”.
La mujer cenaba con su cita a ciegas cuando se ordenó el confinamiento y ya no pudo irse
Es por eso que Wang ya no tuvo más opción que quedarse en casa de su cita a ciegas y, según informó la BBC, dio a conocer su caso a través de la plataforma WeChat. “Justo después de llegar a Zhengzhou, hubo un brote y su comunidad fue confinada y no pude salir”, dijo también en entrevista virtual a The paper, medio local de China.
También contó que eso de las reunión con un desconocido fue porque sus padres le buscan pareja: “Me estoy haciendo bastante mayor, así que mis padres organizaron más de 10 citas a ciegas para mí”, dijo en la mencionada publicación y detalló que su quinta cita había dicho que era bueno cocinando y por eso la invitó a su casa para cenar.
El pasado domingo Wang dijo que ya llevaba cuatro días en casa de su cita a ciegas, cosa que se limitó a describir como algo “no ideal”.
Y podría decirse que se trata de un caso obvio de citas que salen mal, pero quizá suceda lo contrario porque a pesar de lo extraño de su situación, la mujer cuenta que su cita la ha tratado muy bien y le cocina todos los días. Así que quién sabe, en una de esas el destino planeó todo para que de ahí nazca algo especial.
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