Dicen que no hay amor más grande que el de una madre hacia sus hijos y si Cersei de Game of Thrones no ha sido suficiente prueba de que es así (aunque la odiemos y esté loca) entonces quizá la historia de esta mujer te lo deje claro.
Cecile Eledge es una mujer de 61 años que ofreció su propio vientre para gestar a la bebé de su hijo, Matthew Eledge, quien tenía el deseo de hacer una familia junto a su esposo Elliot Dougherty de hacer.
Todo comenzó hace un par de años cuando Matthew y Elliot estaban buscando opciones para convertirse en padres. En ese momento, cuando Cecile tenía 59 años, ofreció su vientre para poder cumplir el sueño de su hijo.
“Por supuesto, todos se rieron”, contó Cecile a BBC.
Sin embargo, al tiempo esa posibilidad brillaba cada vez más, por lo que Cecile comenzó a hacerse pruebas y todo parecía estar perfecto para que ella se convirtiera en la opción que tanto habían buscado Matthew y Elliot para poder traer al mundo a una bebé que llevara sus genes.
Así, lo siguiente para la gestación subrogada fue que Matthew pusiera su esperma, mientras que Lea, la hermana de Elliot, ponía el óvulo.
De acuerdo a Elliot, muchas parejas homosexuales recurren a la fecundación in vitro como método de último recurso, sin embargo, aseguró que la única manera para que ellos pudieran tener a un bebé biológico era esta opción, por lo que se convirtió en su “única esperanza”.
“Siempre supimos que teníamos que ser únicos y pensar de forma diferente en este tema“, agregó Matthew.
Pese a la avanzada edad de Cecile, ella contó que fue un embarazo muy normal y que no hubo complicación alguna con la bebé. Aunque sí tuvo que aceptar que, a diferencia de los tres embarazos que tuvo antes, en este los síntomas fueron ligeramente más fuertes.
Discriminación
Por otro lado, en cuanto al tema de lo polémico que esto pudiera resultar, Cecile aseguró que ha recibido todo el apoyo de su familia tras tomar esta decisión, algo que agradece luego de haber atravesado una dura etapa cuando Matthew fue despedido por anunciar en su trabajo, en el colegio católico Skutt Catholic High School, que iba a casarse con Elliot.
Según contó la familia a BBC, el despido de Matthew provocó una gran indignación entre los habitantes de la comunidad, lo que los llevó a hacer una recolección de firmas para evitar la discriminación a las personas homosexuales (la peitición obtuvo 102.995 firmas).
Sin embargo, ahora todo va bien y la feliz familia decidió contar su historia para que cada vez sea menos el odio a las personas de la comunidad LGBTI.