¿Creen en el amor como lo muestran en los cuentos de hadas? Es posible que algunas personas piensen que los romances con príncipes y los giros de trama sean sólo cosa de fantasía, pero un suceso reciente nos demostró que algunas veces, el sueño puede convertirse en una realidad.
La magia ocurrió hace 12 años en un bar de Washington DC, donde una chica llamada Ariana Austin se divertía como lo haría en cualquier otro día. Poco sabía que durante la noche, ella conocería a un miembro de la nobleza que cambiaría el curso de su vida para siempre, por no decir que cumpliría el sueño de cualquier niña que creció viendo La Cenicienta.
Al parecer, sus encantos sirvieron para flechar un elegante sujeto, que casualmente estaba por ahí echando unos tragos. Con toda la seguridad del mundo, el entonces joven Joel Makonnen, se acercó a Arianna y sin dudarlo por un segundo, le dijo que “sería su novia”.
Muchas cosas pasaron durante esa noche, pero la más curiosa es que la señorita Austin estuvo bailando y bebiendo junto al nieto de Haile Selassie I, el último emperador de la república de Etiopía. Fue hasta después de comenzar una relación formal que Makonnen, quien también trabaja como abogado, reveló su verdadera identidad.
Lo que ocurrió después sólo podría saberlo quien vio Un Príncipe en Nueva York, porque prácticamente pasó lo mismo. Frente a 13 sacerdotes y miembros de sus familias, la pareja tuvo una boda cristiana ortodoxa, que se llevó a cabo en Etiopía el pasado septiembre.
Tal vez este acontecimiento no se vuelve a repetir pronto, por no decir nunca; las probabilidades de que un hombre de la realeza tenga la libertad de enamorarse como Joel realmente son pocas. En fin, ojalá que la pareja pueda vivir feliz para siempre como en las películas de Disney.