Sin duda, vivimos en tiempos muy modernos que no todos logran comprender. Las cosas es muchos sentidos son muy distintas a como las conocíamos, y algunas personas de plano no pueden con los cambios que gran parte hemos aceptado como sociedad, tanto así que de repente se ponen bastante pesados cuando algo no “es normal”. Tal como sucedió recientemente con una monja, quien vio a un par de modelos “besándose” en la calle y como era de esperarse, las separó y pegó el grito del cielo.
Resulta que hace algunos días, la revista Not Yet Magazine –la cual se especializa en arte, cine, moda y música– armó una sesión fotográfica en un barrio de Nápoles, Italia con Serena de Ferrari y Kyshan Wilson, actrices que participan en una serie de Netflix llamada Mare Fuori y que se centra en el crimen organizado de dicha ciudad. Todo iba normal, los encargados de la sesión les pidieron a ambas que fingieran que se daban un beso y fue ahí donde todo se descontroló.
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Aunque no lo crean, una monja se coló en una sesión fotográfica para impedir que dos actrices “se besaran”
De la nada, apareció una monja en escena para empujar a las modelos y así impedir que se besaran. Pero no le bastó con esto, ya que le gritó a las dos para que se separaran e incluso mencionó que lo que estaban haciendo “era del diablo”. Por si esto no fuera suficiente, esta señora religiosa comenzó a hacer la señal de la cruz y a pronunciar el famosísimo “Jesús, María y José”, como intentando salvar a las chicas de “sus pecados”.
Pero la cosa no paró ahí, ya que la mujer volteó a ver con cara de enojo al equipo de producción y hasta los fotógrafos, a quienes les reclama por permitir que imágenes como estas se lleven a cabo. Después de enojarse un rato, la señora se retira de la sesión mientras todos miran con incredulidad lo que pasó y le dicen que solamente están haciendo su trabajo. Si no nos creen, a continuación les dejamos el video.
Como era de esperarse, esta historia rápidamente se hizo viral en redes sociales, pues Serena de Ferrari compartió el video del incidente con la monja en su cuenta de Instagram diciendo que “Dios no ama (a la comunidad) LGBT”. Por otro lado, la revista Not Yet publicó el clip y lamentaron que este caso le haya dado la vuelva al mundo por las razones equivocadas, pero muchas personas les agradecieron porque estos contenidos sirven para cambiar pensamientos.
Aunque lamentablemente, una vez más se confirmó que aún faltan cambiar muchas cosas para que las personas de la comunidad LGBTQ+ puedan vivir tranquilamente, sin miedo a que llegue alguien de la nada a armar la de tos porque lo que están haciendo “es del diablo”… ni que viviéramos bajo las reglas de la Inquisición, ¿no creen?