La Mona Lisa, conocida mejor como Gioconda, es una obra que el gran Leonardo Da Vinci pintó entre 1503 y 1519. Una pieza icónica de arte que todavía es capaz de sorprendernos y, de cierta manera, hasta revelarnos un par de secretos que podrían sorprendernos y dejarnos con más incógnitas.

Ahora mismo deben preguntarse a qué diablos nos referimos, así que vamos a abordar el tema que nos llevó a escribir esta nota: el hallazgo de un posible desnudo de esta pintura.

Resulta que un grupo de científicos del museo del Louvre, en París, se tomó su tiempo para analizar un dibujo; este fue hecho a carboncillo y es conocido como la Monna Vanna. Según lo que reportó AFP hace unos días, podría tratarse de una versión de la Mona Lisa, ya que las investigaciones señalan que posee un estilo similar al que usaba el pintor italiano.

Esta ilustración formaba parte de la amplia colección de arte renacentista en el Museo de Condé, en el palacio de Chantilly, donde fue exhibida desde 1862 hasta la actualidad. Durante tres meses, los expertos realizaron una serie de exámenes exhaustivos y determinaron que la pieza es, por lo menos en parte, una creación de Da Vinci.

“El dibujo es de gran calidad, por la forma en que se han efectuado el rostro y las manos, que son verdaderamente notables”, dijo el conservador Mathieu Deldicque. “No es una copia insulsa. Estamos viendo algo que fue realizado en paralelo a la Mona Lisa, al final de la vida de Leonardo”.

Deldicque continuó hablando de las manos y el cuerpo de la Monna Vanna, haciendo énfasis en que son idénticos a la obra de Leo y agregando también, que el trabajo estaba preparado para pintarse en óleo. Cabe mencionar que la talla de este dibujo es casi idéntico al de Gioconda, además de que cuenta con agujeros en su contorno que podrían ser señal de que pensaba dibujarse en un lienzo.

Por otro lado, Bruno Mottin, un experto en restauración del Louvre, fue capaz de confirmar que el boceto data de la misma época en que vivió Leonardo Da Vinci, a comienzos del siglo XV. Sin embargo, el resto de los exámenes probaron que la autoría no pertenecía sólo a un artista, ya que habían trazos en la parte de arriba, cerca de la cabeza, hechos por una persona diestra.

Mottin concluyo que, al tratarse de una obra muy frágil cuyo estudio era difícil de realizar, se tomarían al menos dos años para poder resolver el misterio. Lo cierto es que no se ha desperdiciado ni un segundo, ya que actualmente, más de 10 expertos continuarán estudiando la ilustración cuidadosamente.

A pesar de que la verdad no será revelada pronto, el tiempo invertido sería el indicado para hacer una declaración oficial durante una exposición en Chantilly, con motivo del aniversario 500 de la muerte de Da Vinci. Por último, sería bastante polémico que todo resultara como una nude genuina de la Mona Lisa, ¿no creen?

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