Péter Csákvári es un fotógrafo que un día se percató de las maravillas que podía hacer con su lente macro y un poco de imaginación. Obvio también fue una alternativa a todo el tiempo libre que tuvo mientras vivía en una isla llamada Herm, pues el mal clima lo obligaba a quedarse en su casa casi todo el día.
Después de conseguir unas figuras miniatura de personas, Péter comenzó a construir los pequeños paisajes dentro de una caja de luz y a través de su cuenta de Instagram, el fotógrafo ha compartido una serie de imágenes en las que muestra los mundos pequeñitos que ha creado utilizando productos de la vida cotidiana, como cajas de cigarros, vasos con agua y hasta verduras. Sus obras son la prueba de que los momentos de ocio no son tan malos como se piensa, sino chequen nada más los mini escenarios que este sujeto ha creado: