Ah, estas nuevas generaciones. Parecen poder ser exitosas en todo lo que se proponen: desarrollan apps, juntan millones de fans en sus canales de YouTube, escriben novelas y dirigen películas en sus iPhones. Pero una cosa en la que no han podido superar a sus antepasados inmediatos es la edad en la que se van de casa y se vuelven independientes de sus papás. Un estudio llevado a cabo por The Wall Street Journal arrojó datos interesantes, como que un tercio de los adultos estadounidenses entre 18 y 24 años todavía recibe ayuda de sus papás. El 17% admitió que todavía le pagan el celular… porque esos iPhones 7 no se van a pagar solos. Además, casi la mitad dijo que de vez en cuando permite que le den comida gratis para subsistir.
El 40% de estos jóvenes todavía vive con sus padres, sus hermanos o algún otro familiar. Es la cifra más alta que se ha alcanzado desde 1940.
El porcentaje de jóvenes que vive con su familia ha aumentado desde 2005. Antes de eso, solo uno de cada tres regresaba a casa por sus padres, actualmente es mucho más común que la vida se ponga difícil y haya que regresar a recuperar cierta estabilidad… de forma indefinida. A pesar de que la economía ha mejorado en EE.UU., la cifra sigue a la alza. Los expertos dicen que esto se debe a que las rentas cada vez están más caras, pero también todo tiene que ver con que las parejas están casándose y teniendo hijos más adelante en sus vidas. Sumado a esto, muchas mujeres prefieren quedarse en casa de sus padres porque en las últimas décadas es más común que prefieran seguir estudiando que casarse. Otros factores económicos que influyen en estas estadísticas son la deuda estudiantil (como tener que pagar los créditos que se piden para terminar la escuela), la inflación y la incertidumbre económica.
¿Y qué hay de México?
El Instituto Mexicano de la Juventud compartió en 2012 un estudio sobre el contexto en el que se desarrollan los jóvenes de nuestro país. 43% de los jóvenes encuestados (en una muestra de casi 30 000 personas) considera que tener una vivienda propia es más difícil para su generación que lo que fue para sus padres. El 22% cree que la posibilidad de tener su propia familia está más complicada que para la generación anterior.
Lo cierto es que cada vez resulta peor idea independizarse y es extraño encontrar gente que después de haberse salido de casa de sus papás no haya regresado por lo menos temporalmente. Acá otros datos desalentadores de lo que la juventud millennial en México piensa de su generación en comparación con la de antes.