Hay cosas para las que no se puede esperar, pero si ya te aventaste un viaje de horas, qué más dan unos segundos más…
Pues no lo vio de esa manera el pasajero de un ferry que estaba a punto de arribar a un margen del río Amazonas. Al parecer al buen Greg Rutherford –nombre del afortunado sujeto- los instantes previos tocar tierra se le hicieron eternos… y pues quiso brincar de la embarcación… sólo que las piernas se le hicieron atole y cayó justo en el lugar indicado para ser aplastado por la “tablita” que serviría para descender…
“Casi lo mata esa verga, ¿viste?”, dice uno de los testigos… haciendo referencia (erróneamente) a la parte del barco que iba a aplastar al sujeto.