La vida es tan fugaz que puede cambiar en cuestión de segundos. Y más con alcohol de por medio.
Un conductor ebrio perdió el control de su auto y estuvo a nada de provocar una tragedia hace unos días, cuando atropelló a un peatón que iba disfrutando de la tarde mientras llevaba a su bebé en carriola.
Afortunadamente el papá se percató de que un vehículo venía hacia ellos y alcanzó a reaccionar a tiempo, apartándose para disminuir en medida de lo posible el impacto. Tras ser arrollados, padre e hijo quedaron sobre la acera pero milagrosamente no sufrieron heridas graves.
Este angustiante momento tuvo lugar en Zagreb, Croacia, y fue captado por una cámara de seguridad:
El conductor registró 1.87 g/l de alcohol en la sangre y casi fue linchado por las personas que se dieron cuenta de la tontería que por imprudente casi ocasiona.
Para quienes opinan que es una exageración aquello de “si toman no manejen”.