El destino suele operar de formas muy raras.
Una bebé aprendiendo a dar sus primeros pasos, sola en medio de una calle de Nueva Delhi por la que pasan autos: Esa imagen angustiante fue la que captó una cámara de seguridad en la India. Instantes después, esa pequeña se tropieza sin que nadie se de cuenta, ni siquiera el conductor de un auto que pasa encima de ella:
La bebé no sufrió daño alguno pues al caer quedó acomodada de tal forma que el auto no la tocó. Da miedo pensar en todas las circunstancias que debieron ocurrir para que esta sincronía perfecta sucediera y ella no fuera alcanzada por el vehículo. Unos segundos o centímetros más hubieran cambiado todo.
Lo dicho, el destino es algo extraño.