¿Quién no ha sido víctima de un manoseo? Nunca falta el mano larga que en el metro o metrobús (prácticamente en cualquier transporte público) al ver que alguien se encuentra distraído, decide darle un pellizco o peor aún, utilizar toda la mano para magullar la mercancía.
Por lo general nunca nos da tiempo de reaccionar, y aunque así sea el pelado ya salió disparado regodeándose en su crapulencia.
¡Pero no esta vez!
Bien hecho señora, de seguro está no es la primera vez que este patán hace algo así pero de seguro lo pensara dos veces antes de faltarle de esa manera al respeto a otra persona.
Lo mejor de todo es que es su intento de huida el fisgón morboson cretino se metió un buen golpazo.