Bien lo decía Chabelo en aquella hermosa composición que ni a Octavio Paz le hubiera salido tan perfecta: “Madre, sólo hay una”.
Dicho verso es universal y se ejemplifica con el siguiente video, en el que una progenitora ofreció un regalo sin ídem a su vástago de tiernos ocho años. Algo que seguramente ni Obama tuvo a tan temprana edad: una stripper.
Aunque apenas se está fogueando, el chamaco reacciona como todo un cliente de table y, cual MC Dinero (o Mayweather, en su defecto) echa los dólares al aire, con tal de seguir disfrutando de un violento twerking.
Claro, esto es ilegal… así que no lo intenten en casa.
Ahhh, para los que no están tan versados en asuntos poéticos, ésta es la bella declamación de Chabelo.