Aunque ya cuentan con la maestría y destreza con la que desempeñan fregonamente su chamba, trabajadores de la construcción –mejor conocidos por la banda como albañiles– obtendrán un documento que los acredite como tales, esto luego de capacitarse en la UNAM.
Si bien a la hora de hacer la mezcla y echar el colado los “maistros” ya tienen bien calculadas las proporciones, cual si se tratara de una buena cuba, los conocimientos que recibirán en los cursos que Holcim México ofrecerá en la Facultad de Arquitectura de la UNAM los hará especialistas en la colocación de concreto hidráulico.
“La parte teórica se verá en el aula, mientras que en la práctica harán todo el trabajo que se debe de cuidar durante la elaboración del concreto: transporte, colocación, compactación y curado”, comentó al respecto el arquitecto de Holcim México, Javier Armando Ángeles Hinojosa, quien dijo que la capacitación corre por cuenta de la empresa cementera, mientras que la UNAM prestará sus instalaciones.
Por su parte, la pro manager de la Escuela Mexicana de la Construcción de Holcim México, Vanessa Mejía, señaló que que no es la primera vez que estos conocimientos se imparten para fortalecer lo que aquellos que ejercen el oficio de la albañilería ya se saben con los ojos cerrados. De hecho, en la primera generación se tuvo a 180 maestros, quienes recibieron capacitación para la lectura de planos arquitectónicos y estructurales. “Hoy tenemos cupo de aquí a noviembre inscritos por generaciones de 30 personas mensuales, quienes van a tomar cuatro cursos”.
Para obtener su certificado, los alumnos tienen que pasar diversas evaluaciones, las cuales abarcan conocimientos en la realización de una obra: concreto, cálculo de volumen del concreto, realización de trabajos preliminares sobre el terrero, método manual y aplicación de mortero para acabados verticales, dejando de lado importantes conocimientos como albures, realización del taco placero exprés y la muy criticada –y en vías de desaparición– picaresca aplicada para la exaltación de los atributos físicos femeninos (más conocidos como piropos).
“Espero hacer mejor mi trabajo, hacer que la gente me tenga más confianza y aprender más porque uno no termina de aprender en este oficio, siempre hay cosas nuevas y hay que seguir adelante. Este es mi quinto curso”, comenta el maestro albañil, Mauro Bustamante, quien a pesar de tener 20 años de experiencia en el oficio, no la piensa para desplazarse todos los sábados desde Texcoco, Estado de México, con tal de actualizarse.
La UNAM no es la única universidad del país que ofrece las facilidades para la realización de estos cursos. En el proyecto también están involucradas la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, la Universidad Centro de Estudios Profesionales del Grijalva y la Universidad de Guadalajara.
Información: UNAM Global