La reina Isabel II estuvo en México y fue una auténtica viajera. Durante sus 70 años de reinado pudo conocer el mundo en toda su extensión y aprender de primera mano acerca de las culturas y las experiencias locales que nos regala este planeta.

Visitó una gran cantidad de países, desde islas desconocidas en Oceanía, hasta naciones remotas de África. De hecho, fue en Kenia donde se convirtió en reina tras enterarse en este territorio de la muerte de su padre el rey Jorge VI. México y los paisajes mexicanos no fue la excepción.

La reina Isabel hizo al menos dos visitas oficiales a México. La primera en 1975, cuando Luis Echeverría era el presidente y la segunda en 1983 durante el gobierno de Miguel de la Madrid. 

La Reina Isabel II durante su visita en México, en el año 1975. Foto: Serge Lemoine/Getty Images

La Reina Isabel II visitó México y se enamoró de varios lugares

Cuentan los que la acompañaron en su travesía, que nuestra nación le pareció particularmente alegre, al respecto alguna vez dijo: “ El príncipe Felipe y yo guardamos cálidos recuerdos de nuestras visitas a México”.

En el transcurso de sus estancias se sentó en las mesas a disfrutar nuestra tradición culinaria. En sus desayunos comía melón de Michoacán y fresas de Zamora y en cada banquete pudo probar diferentes antojitos del norte, el sur y el centro del país. 

Sin duda, sus viajes a México te pueden servir de inspiración si no sabes a dónde ir en las siguientes vacaciones. Con este mente, aquí te proponemos un itinerario que lo tiene todo. Desde islas en el norte y el sur, hasta las ciudades más representativas.

Foto: Getty Images

La Reina Isabel II llegó a Cozumel

Isabel II, de apenas 49 años, y Felipe de Edimburgo llegaron por primera vez a México un  24 de febrero, ‘Día de la Bandera’. Pusieron un pie en nuestro territorio a eso de las 9 de la mañana, vestidos con una gabardina color beige, zapatos blancos y mucha amabilidad.

Bajaron del famoso barco ‘Britannia’ y después, como lo hacemos todos, se subieron a una lancha para llegar a Cozumel un poco atribulados por el mal clima.

Tras un recibimiento institucional, los monarcas dieron un breve recorrido por la isla del Caribe, famosa por sus arrecifes y el azul turquesa del agua. Finalmente  se subieron a un avión de la Real Fuerza Aérea Británica para ir a la capital del país. 

La Reina Isabel II, en su visita por Mexico en el año de 1983. Foto: John Shelley Collection/Avalon/Getty Images

El recibimiento de la reina en El Zócalo 

En la capital los recibió una gran comitiva del gobierno, el presidente, la primera dama, miembros del gabinete y un buen grupo de colados entusiastas de la monarquía. 

Entre sus actividades más destacadas, estuvo la histórica bienvenida en la plancha del Zócalo, en la que la reina y el primer mandatario desfilaron por las calles principales den centro en un carro descapotable debajo de millones de papelitos con los colores de las dos banderas y las manos alzadas para saludar a la multitud que hacía fila desde las seis de la mañana para verla y ser parte de un gran evento protagonizado por flores y presentaciones artísticas de todo tipo. 

La Reina Isabel durante su recibimiento en la ahora llamada CDMX. Foto: Serge Lemoine/Getty Images

La reina también llegó a Puerto Vallarta 

¿Qué sería de un viaje a México son conocer el océano?, lo mismo pensaron los reyes ingleses. Una de sus paradas más memorables fue en esta plata de Jalisco en donde hay una poética intersección entre el Mar de Cortés y el Pacífico.

Aquí además de contemplar las olas, Isabel II asistió a una ceremonia donde recibió las llaves de la ciudad, saludó a cientos de niños que la recibieron con banderitas y cenó en un yate. 

Guanajuato y la Reina

Para llegar al corazón del Bajío mexicano, el duque y la reina tomaron un tren. Como la gran parte de los visitantes, se dedicaron a conocer los sitios más representativos esta icónica ciudad.

Entre sus paradas estuvieron el clásico monumento del Pípila,  conocieron el Teatro Juárez, la famosísima Alhóndiga de las Granaditas, edificada durante el virreinato, y por supuesto fueron el mercado local para probar algo de la gastronomía mexicana. 

La Reina Isabel II durante su visita a México, en 1975. Foto: Getty Images

Un regalo para la reina: Oaxaca

Tras tomar un vuelo desde León, llegaron a una de las ciudades más emblemáticas de México, un sitio obligado para cualquiera que se precie de conocer la esencia de esta nación. 

En su recorrido fueron parte de un evento especial para conocer de cerca las tradiciones folclóricas de distintos pueblos. Se sabe que durante su viaje compraron toda clase de artesanías y además se dieron el tiempo para ir a conocer Monte Albán, la antigua capital de los zapotecos y una de las urbes más importantes de Mesoamérica.

Hoy tras su muerte, se siente cierta melancolía al contemplar las fotos viejas de la reina frente a las bases piramidales construidas por los por los pueblos originarios. Maravillada de ver lo que veía.

La Reina Isabel II en México. Foto: Serge Lemoine/Getty Images

La última parada de la reina: La Paz 

Aunque a veces la capital de Baja California Sur pasa desapercibida, hasta para los mismos mexicanos, para los monarcas este destino resultó un gran hallazgo. De hecho,  le dedicaron a este viaje una buena parte de su tiempo y fue aquí donde concluyeron su segundo viaje realizado en 1983. 

En la Paz conocieron las famosas islas Jacques Cousteau, Patrimonio de la Humanidad y de Espíritu Santo, Reserva de la Biósfera. También visitaron la Catedral de Nuestra Señora de la Paz, la primera iglesia de la zona, coya construcción se concluyó en 1692. 

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