Lo que necesitas saber:
Leonora Carrington es considerada como la última artista surrealista del siglo XX. Ella nació en Inglaterra pero decidió exiliarse a nuestro país, donde vivió por casi 70 años.
Leonora Carrington fue una célebre pintora, escultora y escritora británica y su obra siempre se basó en el mundo de los sueños y la imaginación. En 1942, a los 26 años de edad, emigró a México y se estableció en la CDMX, donde se quedó hasta su muerte, en 2011. Aquí convivió con muchos artistas y frecuentó algunos lugares distintivos.
Es considerada como una de las grandes artistas surrealistas, aunque ella consideraba que los surrealistas encabezados por André Bretón eran algo machistas y sólo querían a las mujeres que se reunían con ellos para que fueran sus musas.
Se dice que México es un país surrealista por la diversidad de su cultura y su belleza y estos elementos lo hacen parecer como parte de un sueño. Leonora Carrington se enamoró de nuestras tradiciones y vivió aquí por casi 70 años. Aquí tuvo muchas amistades y entre los lugares que frecuentaba en la Ciudad de México hay algunos que sobresalen.
Leonora Carrington se exilia en México voluntariamente
A Leonora Carrington le tocó vivir en México desde mediados del siglo XX. Nació en el condado de Lancashire, en Inglaterra, el 6 de abril de 1917 y en Europa le tocó sufrir situaciones difíciles por la violencia de la Segunda Guerra Mundial.
En 1937 conoció al pintor surrealista Max Ernst en Londres. Él la introdujo a este movimiento artístico y mantuvieron una relación hasta que en 1939 el pintor fue arrestado en Francia por las autoridades locales debido a su nacionalidad alemana.
Leonora emigró a España y más tarde, en 1941 se refugió en la embajada de México en Lisboa, Portugal, donde conoció al escritor Renato Leduc con el que contrajo matrimonio de manera amistosa para poder llegar a México en 1942. Más tarde, en 1943, se divorciaron.
Ya en México contrajo matrimonio por segunda ocasión con el fotógrafo húngaro Emérico Weisz, con quien tuvo dos hijos. También entró en contacto con varios artistas del movimiento surrealista exiliados en nuestro país como André Bretón, Wolfgang Paleen o su gran amiga, la española Remedios Varo, entre muchos otros.
Lugares que frecuentó Leonora Carrington en la Ciudad de México
La pintora se consideraba una defensora de los derechos de la mujer más que una surrealista. Ya en México tendría amistades como los poetas Homero Aridjis y Octavio Paz, los escritores Carlos Fuentes, Juan José Arreola y Carlos Monsiváis, la actriz María Félix o el cineasta español Luis Buñuel. Tuvo varios domicilios y visitó diferentes lugares.
La Colonia San Rafael
A su llegada a la Ciudad de México junto con Renato Leduc, se estableció en el edificio Grégoire de Wollant, ubicado en la esquina de Antonio Caso y José Rosas Moreno, en la colonia San Rafael. En la misma colonia Leonora visitaba a sus amigos, Remedios Varo y su esposo, el poeta Benjamín Péret que vivían en la calle de Gabino Barreda.
Mixcoac-Zócalo
Después vivió por una temporada en Mixcoac, cuando este barrio todavía era considerado como un pueblo. La pintora tomaba el tranvía para trasladarse hasta el centro de la capital y pasear por sus calles y por el Zócalo. Años después, se instaló en la calle de Guatemala, a espaldas de la catedral, la banca-escultura llamada “Ya no hay lugar”, obra de la artista británica.
La Colonia Roma
Más tarde, desde 1948 Leonora Carrington vivió en la casa de Chihuahua 194, en la colonia Roma Norte, la que habitó durante más de 60 años hasta su fallecimiento en 2011. Ahí vivió con su esposo Emérico Weisz y crió a sus hijos David y Pablo.
La pintora se enamoró de esta colonia y recorría sus diferentes calles. Su favorita era Álvaro Obregón por sus árboles, según cuenta el poeta y su gran amigo, Homero Aridjis. En la casa de Chihuahua 194 se dedicó a hacer gran parte de su obra.
En 2017 la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) adquirió la casa para abrirla al público como la Casa Estudio Leonora Carrington con miles de objetos, pinturas, esculturas y documentos de la artista. Este espacio de la colonia Roma será inaugurado próximamente.
Teatro El Caballito en la colonia Tabacalera
En este teatro hoy desaparecido, se llevó a cabo el proyecto llamado “Poesía en Voz Alta” desde 1956, organizado por el entonces director de Difusión Cultural de la UNAM, Jaime García Terrés. Juan José Arreola era el encargado de coordinar este proyecto y Leonora Carrington, junto con Octavio Paz, propusieron que no sólo se leyera poesía, sino que también se montaran obras de teatro.
Entonces la pintora y el poeta adaptaron al teatro el cuento “La hija de Rapaccini” del escritor estadounidense Nathaniel Hawthorne y la obra se montó en ese escenario el 30 de julio de 1956.
La casa de Octavio Paz en Polanco
Leonora Carrington visitaba a su amigo Octavio Paz en su casa de la calle de Tres Picos, en la colonia Polanco. Ahí se llevaban a cabo grandes reuniones con otras personalidades del arte y la cultura como el antropólogo Claude Levi-Strauss o el filósofo Fernando Savater.
Paseo de la Reforma
A Leonora Carrington le gustaba montar a caballo y aquí en México lo hacía por Paseo de la Reforma, entre otros lugares, gracias a “El Califa de Gaona”, un torero que le prestaba caballos a la pintora. Para ella montar era un acto liberador y los equinos aparecen constantemente en sus cuadros.
Leonora Carrington, una británica nacionalizada mexicana
A Leonora Carrington se le considera como la última artista surrealista del siglo XX. Se le reconoce a nivel mundial y su obra abarca desde la pintura y la escultura hasta el grabado, el arte textil, la novela y el cuento. En su arte retrataba un mundo onírico maravilloso y se preocupaba por la libertad del espíritu.
Así, decidió quedarse a vivir en México. Hay que mencionar que también se enamoró del estado de San Luis Potosí, donde según decía, encontró un lugar mágico. Hoy tenemos en ese estado el Museo Leonora Carrington con dos sedes, una en la capital, en el Centro de las Artes de San Luis Potosí y otra en el Pueblo Mágico de Xilitla.
Leonora se enamoró de México y lo hizo su propio país. Para nosotros es un orgullo que se quedara a vivir aquí para hacer su vida y gran parte de su obra artística.