Con motivo del pasado Día del Padre, en Japón la marca automotriz Toyota realizó un comercial titulado Loving Eyes, el cual conmovió e hizo llorar a gran parte del público japonés.
¿Sobre qué trata?
El comercial aborda de una forma ingeniosa la relación entre un padre y su hija, pero desde la perspectiva de cada uno de ellos, pasando por los mismos acontecimientos como los viajes al colegio, los años difíciles de la adolescencia, una boda o el nacimiento del primer nieto.
Y es que cada persona vive las mismas cosas desde puntos de vista distintos. Seguramente a ustedes también les moverá los sentimientos (a menos que estén muertos por dentro):
No estoy llorando, es que se me metió un papá y su hija japonesa en el ojo…