Hasta hace unos años, aún era posible escuchar a los habitantes del pueblo de Xochimilco hablar de los monstruos que por un tiempo vivieron en los canales del lago. Aunque la historia parece sacada de la fantasía, son tantos quienes afirman haberlos visto o sabido de ellos, que el tema terminó convirtiéndose en leyenda urbana.
¿Qué era lo que veían los lugareños en los canales de Xochimilco? ¿Realmente hay criaturas monstruosas escondidas en los parajes más deshabitados de esta cuenca lacustre?
La verdad puede ser aún más surrealista que el propio mito…
I
Los monstruos de Xochimilco
Durante la década de los setentas, en los canales de Xochimilco comenzaron a verse extrañas criaturas emergiendo del agua. Eran figuras grisáceas y regordetas que al principio causaban miedo. Poco a poco los habitantes les dejaron de tener miedo y comenzaron a cazarlas y cocinarlas. Cuentan que su sabor era suculento, sobre todo sus aletas.
II
Las sirenas que vio Cristóbal Colón
En la bitácora de viajes de Cristobal Colón, quedó registrado que en 1493 vio varias sirenas en las costas del Mar Caribe. De acuerdo a sus notas, las supuestas sirenas eran horribles y nada tenía que ver con la concepción que se tenía de las sirenas en Europa.
En uno de sus apuntes menciona:
“El día pasado, cuando el Almirante iba a Río del Oro, dijo que vio tres sirenas que salieron bien alto de la mar, pero no eran tan hermosas como las pintan, que en alguna manera tenían forma de hombre en la cara. Dijo que otras veces vio algunas en Guinea, en la costa Manegueta”.
Lo increíble es que hay una conexión entre los monstruos que fueron fueron vistos en Xochimilco y las sirenas de las que habla Colón y su tripulación.
III
El lirio acuático
Uno de los mayores enemigos que tienen los canales de Xochimilco es el lirio acuático, una planta flotante que se fue apoderando de los canales, bloqueándolos y convirtiéndose en una plaga. Y es que hasta antes de la década de los sesenta los peces se comían el lirio, pero la contaminación provocó que estos animales acuáticos fueran desapareciendo y el lirio se reprodujera sin control.
Fue entre 1975 y 1976 cuando alguien le propuso una loca idea Mariano Velasco Mújica, entonces delegado de Xochimilco, para librarse de una vez por todas del molesto lirio. Al poco tiempo el plan se ejecutó y el lirio cedió por unos meses. Poco tiempo después comenzaron a ser vistos los monstruos.
IV
Tlacamichin
Tlacamichin significa “Hombre pez” y con ese nombre los antiguos mexicanos se referían a unos pacíficos animales acuáticos a los que hoy se le conoce como manatíes.
Estos mamíferos pertenecen a la taxidermia de los sirénidos, habitan tanto en el agua dulce como salada de las costas de América y África, tienen carácter pacífico y se alimentan principalmente de plantas que encuentran en la delta de los ríos o en el fondo del mar. Por su apariencia muy de lejos podrían ser confundidos con sirenas deformes, por lo que es muy probable que las sirenas que Cristóbal Colón y compañía vieron en realidad eran un par de manatíes hembra.
Y sí, los monstruos de Xochimilco también eran unos manatíes.
V
¿Manatíes en Xochimilco?
A estas alturas del texto no hace falta ser un genio para deducir lo que pasó. Una de las grandiosas ideas de las autoridades capitalinas para eliminar el lirio de los canales de Xochimilco fue precisamente traer manatíes, que por aquel entonces no eran una especie en peligro de extinción.
A partir de aquí los datos comienzan a ser confusos, empezando por el número de manatíes que fueron traídos, su origen y la fecha en la que llegaron. En cuanto al primer punto, la versión más aceptada y que más se repite habla de que fueron cuatro, sin embargo se habla de fueron hasta 28 los ejemplares traídos a Xochimilco.
En cuanto al origen, la teoría más documentada dice que provenían de Laguna de Catazaja, en Chiapas. La fecha también es inexacta y va de 1976 a 1981.
Lo cierto es que meses después de su llegada, un par de estos manatíes murieron a causa de neumonía, debido al cambio de temperaturas que presentó el agua cuando llegó el invierno.
VI
Tacos de Manatí
El paradero del resto de los manatíes es un misterio. Aunque el tema poco a poco va quedando en el olvido, en el pueblo aún se habla de que esos monstruos o sirenas vistos en los canales fueron cazados por los pobladores, a quienes nunca se les informó que soltarían manatíes en el lago.
Al descubrir que esa carne era rica en grasas la cocinaron como si fueran carnitas. Incluso en una de las zonas de embarcaderos hay un local que se llama “El Manatí Feliz”. Lógicamente en las taquerías de Xochimilco ya no se venden manatíes, pero se cuenta que días después del asesinato de estas criaturas si se llegaron a vender tacos preparados con esa carne.
Esto no es algo tan descabellado, de hecho la carne de manatí fue consumida desde tiempos prehispánicos y durante la época de la Colonia.
VII
¿El monstruo del Lago Ness mexicano?
Cuando los manatíes fueron declarados especie en peligro de extinción las autoridades comenzaron la búsqueda de los manatíes que aún pudieran habitar en los canales de Xochimilco. La intención era llevarlos a un centro especializado donde pudieran tener los cuidados adecuados. Después de días de búsqueda se dieron por vencidos.
El último avistamiento oficial de un manati en Xochimilco se remonta a 1986.
Aún así, quienes rondan los canales más profundos de Xochimilco aseguran que aún hay criaturas extrañas, de aspecto extraño y un poco monstruoso en sus aguas.
¿Acaso esos raros seres podrían ser los manatíes? ¿Habrá alguna posibilidad de que uno o más manatíes se hayan podido adaptar a la vida en los canales de Xochimilco y permanecen ocultos de los humanos que, lejos de verlos como aliados casi acaban con ellos?
Cuando llego a ir a Xochimilco me gusta hacerlo en días en las que hay poco turismo. Cuando la embarcación se aleja del bullicio, al ir entre el silencio de aquellos canales, siempre voy atento por si en el agua veo algo fuera de lo común. Quizá algún día, con un poco de suerte, pueda ver a ese monstruo del que hablan los lugareños.
Por @gabrielrevelo