Los grandes (e históricos) estudios fotográficos de México

Desde su invención, la fotografía revolucionó el periodismo y el arte transportándolos a una era moderna en la que se podían tener imágenes de sucesos y lugares importantes y hasta de personas y familias enteras Esta nueva tecnología evolucionó poco a poco y no tardó en llegar a nuestro país. Aquí te contamos de los grandes e históricos estudios fotográficos de México que cambiaron nuestra forma de ver y recordar.

En la actualidad la fotografía está al alcance de casi cualquiera gracias a la tecnología de los teléfonos celulares y tablets, sin mencionar las sofisticadas cámaras digitales que pueden conservar miles y miles de imágenes, pero en sus inicios la cosa era muy diferente y las fotos parecían un invento casi imposible.

En un principio la fotografía mexicana se dedicó a capturar paisajes, vistas de la ciudad, registro de acontecimientos históricos y hasta ruinas prehispánicas, en un principio mediante el procedimiento conocido como daguerrotipo, que tomaba imágenes con copias únicas y con una nitidez increíble para su tiempo que aún hoy es admirada.

Y así surgieron los primeros estudios fotográficos por todo el país, así como los fotógrafos famosos, encargados de tomar registro de lo que hoy pertenece a nuestro pasado.

Los inicios de la fotografía mexicana

Según dicen, el primer daguerrotipo (precursor de las cámaras fotográficas) llegó en barco al puerto de Veracruz en diciembre de 1839, sólo seis meses después de ser inventado. Este le pertenecía al grabador francés Jean Francois Prelier Duboille, y así que no quedamos muy retrasados con el uso de esa nueva tecnología que creaba imágenes por medio de la luz. 

Las primeras imágenes capturadas por Prelier Duboille serían del convento de San Francisco y del castillo de San Juan de Ulúa. Pronto creció el interés por este nuevo aparato y con esto surgieron los primeros fotógrafos mexicanos, gente que se preparaba con un poco de práctica al tener uno de estos instrumentos a la mano.

Asimismo, creció el interés general en la gente. Cada vez más personas, parejas y familias querían ser retratadas e inmortalizadas para el recuerdo. Entre las primeras imágenes importantes captadas durante la primera era de la fotografía mexicana tenemos al entonces presidente Porfirio Díaz, las fachadas de la Catedral Metropolitana y el Palacio de Minería y la Plaza de Armas.

Las primeras fotos de México

Muchos de los primeros fotógrafos de nuestro país fueron científicos que experimentaron con el nuevo aparato. Para 1939 también se dio a conocer la imagen del Palacio Nacional captada por el fotógrafo Gabriel Lico. Esto marcó el auge del mundo de la fotografía mexicana. Los primeros estudios fotográficos abrieron en las grandes ciudades de todo el país. En un principio la gente adinerada acudía a ellos para tener su retrato.

Fotógrafos de otros países del mundo llegaron a México para tomar imágenes de zonas arqueológicas, hechos bélicos y paisajes de diferentes sitios, mientras que los fotógrafos mexicanos se concentraron en las vistas de las ciudades, los paisajes y la cultura del país, tomados con cámaras de gran formato que capturaban cada detalle.

Para 1948 llegaron otras técnicas como el ambrotipo y el ferrotipo, que hicieron al mundo de la fotografía más económico y accesible, con imágenes que se podían reproducir varias veces.

Los estudios y fotógrafos mexicanos

El primer estudio fotográfico importante de la Ciudad de México sería el de los Hermanos Vallejo, montado en 1901 durante el porfiriato, en el número 2 de la 2a Calle de San Francisco, hoy Francisco I. Madero. En esta época la multi reproducción fotográfica se usó como un recurso publicitario, así como ayuda en la construcción de puertos y ferrocarriles.

Algunos fotógrafos extranjeros se dedicaron a capturar el mundo folclórico de los indígenas mexicanos, creando así un género costumbrista que se hizo popular en el extranjero. Entre otros artistas de la fotografía de la época tenemos a Guillermo Kahlo, padre de Frida, que se dedicó a los temas arquitectónicos, y a Hugo Brehme que perfeccionó la fotografía de paisaje.

Así llegó la década de 1910. El fotoperiodismo se volvió más popular y las fotografías se preocuparon por retratar los aspectos sociales, políticos y culturales que acontecían cada día. Durante estos tiempos en que la fotografía cobró una gran importancia, surgieron fotógrafos como Manuel y Lola Álvarez Bravo y Agustín Víctor Casasola.

El Archivo Casasola

Desde 1903, Casasola fundó la Asociación Mexicana de Periodistas y más tarde, en 1911, la Sociedad de Fotógrafos de Prensa. También se sabe que fundó la Agencia Fotográfica Mexicana, creando así una colección de imágenes que hasta hoy en día nos sirven como un referente gráfico del pasado del país.

Al ser reportero del diario El Imparcial, Casasola se dedicó a colaborar con periódicos y revistas nacionales y extranjeras durante los tiempos de la Revolución. Su hermano Miguel, sus hijos y nietos también siguieron sus pasos por el mundo de la fotografía.

Hoy esta serie de imágenes que documentan toda una época de nuestro país son uno de los principales referentes de nuestro pasado cultural. Agustín Víctor Casasola se dedicó a reunir placas de fotógrafos nacionales y de otros países, creando así una colección que sirvió como una agencia gráfica informativa para distintos periódicos y revistas de la época.

Otros fotoperiodistas importantes

Más adelante, durante las décadas de 1930 y 1940 el fotoperiodismo cobra importancia y tenemos fotógrafos importantes como Enrique Díaz Reyna, Luis Zendejas o Manuel García. La fotografía de denuncia social llegaría en la época del movimiento estudiantil de 1968, en sus imágenes se retrataban las injusticias sociales, económicas y políticas de la época.

El fotoperiodismo continuó con los años y México tuvo fotógrafos importantes como Nacho López y Héctor García. A Nacho López se le reconoce como el primero en crear series fotográficas a las que llamaba “foto ensayos”. Destacó por su creatividad y su nivel artístico, así como por ir más allá de lo establecido y lo convencional.

Así continuó la historia de los estudios fotográficos de México. Para 1976 se fundó la Fototeca Nacional, ubicada en el centro de la Ciudad de Pachuca y dedicada en un principio a rescatar las imágenes del Archivo Casasola. Más tarde, en 1984, se inauguró el Museo Nacional de la Fotografía se en el mismo lugar del estado de Hidalgo.

La fotografía como testigo del pasado

Tan sólo en la CDMX existen hasta 40 fototecas entre galerías, fideicomisos, archivos privados y de bibliotecas. La fotografía cambió el modo de ver el mundo, revelando los hechos de lugares distantes y conservando ciertos momentos del pasado. Hoy continúa como un medio de comunicación fundamental.