Lo que necesitas saber:

El gobierno de México presentó una iniciativa para una Reforma Laboral que busca regular el trabajo de los repartidores de apps; hablamos con tres repartidores y esto nos dijeron.

“Soy padre soltero”, nos cuenta Édgar Balderas, un repartidor de apps que recorre principalmente el norte de la CDMX. Empezó a repartir durante la pandemia y ahora se ha convertido en una opción donde puede conseguir ingresos, sin perder la libertad de pasar tiempo con su hija. “En los momentos libres que tengo, me salgo a repartir. O en los fines de semana”.

Édgar, como muchos otros repartidores de apps en México, se encuentra en una situación compleja — “llena de incertidumbre”, nos dice— por el futuro de su trabajo.

Una Reforma Laboral para cambiar a los repartidores de apps

A mediados de octubre, el gobierno de México —en la conferencia de Claudia Sheinbaum— presentó una iniciativa para una Reforma Laboral que busca regular a los repartidores de apps.

Formalmente se trata de una adición a la Ley Federal del Trabajo que se enfoca exclusivamente en este nicho con más de 2 millones de repartidores y conductores a nivel nacional.

Sobre el contenido de esta Reforma Laboral existen algunos puntos que seguramente han escuchado en los medios, como la Seguridad Social, los modelos de contratación o las promesas de la Secretaría del Trabajo.

Pero esa es solo una parte de la historia.

Miles de repartidores de apps han salido a las calles, en rodadas masivas a los Congresos, para protestar contra esta Reforma Laboral.

En el centro de la discusión se encuentra la figura de “Subordinación Laboral” que cambiaría la forma en que están contratados, el tiempo en el que tendrían que estar conectados en las plataformas o su esquema de ingresos.

Estos repartidores piden ser escuchados en las mesas de trabajo, proponiendo un esquema de contratos independientes —que NO exista esta “subordinación”.

Entonces, como queríamos conocer sus perspectivas, platicamos con 3 repartidores de apps en la CDMX para que nos hablaran directamente de su experiencia. Son miembros activos de Repartidores Unidos de México, por lo que su lucha se ha vuelto comunitaria.

“Con los repartidores todo, sin los repartidores nada”

“Esto es difícil de entender hasta que lo vives”, cuenta César Servín.

César es un abogado litigante que trabaja en un despacho independiente. “Cuando no tengo nada me pongo a repartir”, nos dice. “Se convirtió en un ingreso necesario”.

Como parte de Repartidores Unidos de México, César protesta contra la Reforma Laboral ya que afectaría sus ingresos y le quitaría libertad para estar conectado en sus propios tiempos. “Hay días que puedo repartir o hay días que no puedo repartir. Hay días que no tengo nada de litigios y reparto el doble”, recuerda.

“La subordinación atenta contra nuestra libertad”, dice César.

“Con la subordinación perderíamos flexibilidad. Sería complicado.

Subordinación implica cumplir esquemas de ganancias o de tiempo para cumplir nuestras metas. Al querer integrarnos al Seguro Social nos rompe la libertad, eso se ve afectado”.

Una idea similar tiene Mayela García, que desde 2016 forma parte de los repartidores de apps, siendo una de las primeras mujeres repartidoras en todo México.

“Saldría muy perjudicada en el estilo de trabajo, en los ingresos y en los tiempos”, cuenta Mayela que incluso está considerando dejar de repartir a pesar de que ha permanecido en las apps durante 8 años. “Creo que pondría un negocio, porque ser repartidora ya no sería atractivo”.

De acuerdo con los propios repartidores de apps, el modelo de Subordinación terminaría por completo con la libertad de conectarse a sus tiempos.

En esta Reforma Laboral se ha planteado un esquema en que los repartidores de apps tengan que tener un ingreso mínimo —cerca de $7,500 mensuales— para entrar en los acuerdos de Seguridad Social.

“Con la Subordinación se terminaría lo atractivo”, nos cuenta al teléfono Édgar Balderas, el padre soltero que es repartidor de apps mientras no está pasando tiempo con su hija. “Yo me conecto cuando quiera y me desconecto para hacer mis actividades”.

Le preocupa que el modelo de Subordinación lo obligue a cumplir con cuotas de ingresos, de tiempos de conexión o de horarios para poder seguir repartiendo.

“¿Qué me va a pasar el día que no cumpla con “mis metas” o con mis horas?”

Tanto Édgar, el padre soltero; como César, el abogado o Mayela, la primera repartidora mujer en México, comparten una petición: quieren ser escuchados en las Mesas de Trabajo del Gobierno.

Proponen un modelo dual

“Nos quieren poner en un cuadrado a todos los que somos una figura muy extensa”, explica César.

Por eso, desde Repartidores Unidos de México están proponiendo un modelo dual de contratación para todos los repartidores de apps que están en esta encrucijada. Existen repartidores de tiempo completo, pero también jubilados, gente con otras profesiones, o personas que le entraron solamente por un ingreso extra.

“Que lo acepte quien quiera, pero los que no queremos que nos permitan estar en un modelo de trabajadores independientes”, pide César.

“No puedo hablar por todos”, explica Édgar, mientras recibe un pedido. “Me gustaría tener Seguro Social, pero solo si me permite el tiempo con mi hija”.

Por su parte, Mayela tiene una petición más al Gobierno.

Así como muchos otros repartidores de apps le ha pedido a las autoridades que no permitan entrar a sindicatos sospechosos. “Que quiten a esos sindicatos charros que ni siquiera conocemos”, cuenta Mayela. “Nunca hemos dialogado con ellos”.

Sobre el modelo dual dejan una cosa bien clara: quieren ser tomados en cuenta para esta discusión. “Sin los repartidores nada”, dicen. “No queremos subordinación, pero no nos cerramos a más pláticas”.

¿Seguro Social para repartidores de apps?

Uno de los puntos más discutidos —desde la tribuna del Gobierno— ha sido el acceso al Seguro Social para los repartidores de apps, pero los actores principales en esta decisión tienen sus dudas sobre su funcionamiento.

“Me estarían cobrando algo que no estoy usando”, comenta César Servín. Como litigante tiene acceso a un seguro de gastos médicos privados. “Nunca está de más”, dice entre risas. “Los menos problemas que tengo ahorita son de dinero”, por lo que su principal incertidumbre está en que la Reforma Laboral le recorte los ingresos.

“A mi me gustaría”, dice Édgar.

Aunque aclara: “solo en un sistema que me permita tener tiempo para estar con mi hija”.

Por su parte, Mayela recuerda que ya tiene la protección que necesita. “Prefiero que las apps me apoyen como sucede ahora, que ellos me ayudan en casos de accidentes”, dice.

“Las autoridades están pensando en ellos, no en nosotros”, dice la líder de un grupo de mujeres que reparten en apps sobre la entrada al Seguro Social. “Además, ¿para qué? Si nunca tienen medicamentos, ni nada”.

Repartidores de apps piden ser escuchados

En medio de la discusión por esta Reforma Laboral, los repartidores de apps piden ser escuchados.

La iniciativa de ley se encuentra firmada por la presidenta Claudia Sheinbaum pero no se ha discutido en los Congresos y los trabajadores piden que se les tome en cuenta antes de imponerles una condición que no necesitan.

Han publicado un decálogo con sus peticiones en el que incluyen —entre otras cosas importantes— la independencia de horarios, de contratos o de horarios en la economía colaborativa. Lo pueden revisar AQUÍ.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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