Actualmente es muy común que los niños tengan acceso a plataformas digitales, pero es más común que los pequeños naveguen en internet sin la supervisión de un adulto. Por lo general, lo que más les gusta ver son vídeos, así que los padres, sabiendo de los peligros que se encuentran en internet, le dan un voto de confianza al sitio con mayor contenido visual: YouTube.
Con tal de que se estén un montón de horas momento en paz, los chiquillos son expuestos a estar en contacto con imágenes que no corresponden a su edad. Sin exagerar, con un clic o una simple búsqueda mal escrita los pueden guiar a estar en contacto con uso de armas, consumo de drogas y hasta pornografía.
Algunos creativos buscan generar tráfico a través de la comedia. ¿Y qué es lo que más le gusta a la gente? Burlarse de los demás, así que muchos utilizan la imitación para entretener a su público. El problema es que lo consiguen haciendo parodias de caricaturas infantiles, por lo que los niños se vuelven vulnerables a acceder a estos sitios en cualquier momento.
Por ejemplo, la emulación de “Peppa Pig” es “Pepa la cerda” con alto contenido sexual; lo mismo pasa con “Dora” quien pasa de exploradora a seductora o “Spiderman” y “Frozen”, quienes tienen un encuentro violento con armas de fuego. Como si no fueran suficientes y claros prototipos, también existe una parodia de los “Minions” suicidándose al cortarse la piel con una navaja.
WTF?!
Por su parte, YouTube se distingue por ser un medio de entretenimiento para toda la familia. Ante varias denuncias expuestas por usuarios, la plataforma declaró: “Nos tomamos las reacciones y sugerencias muy en serio. Apreciamos que la gente nos informe sobre contenido problemático para poder marcar los videos”.
Entonces procedieron a eliminar los vídeos evidenciados. No obstante, hoy en día existen varios canales con millones de visitas que se dedican a falsificar copias no autorizadas de las cintas infantiles, por lo que ante la presión de los cibernautas, YouTube ha decidido tomar otras medidas aunque no son tan eficientes.
La primera consiste en clasificar este tipo de videos, en los que se agregará una advertencia informativa. La segunda es catalogar el contenido en tres modalidades: por algoritmos que gestionan la plataforma YouTube Kids, por operadores que supervisarán el proceso de filtración y por moderadores, que aprobarán o impedirán que el contenido sea publicado.
Finalmente, YouTube pondrá candados a los dueños de estos canales, para que no puedan obtener ingresos por publicidad. Sin embargo, para que estas restricciones puedan entrar en vigor, es necesario que los videos sean denunciados por los usuarios y sean catalogados como no aptos.
Mientras logran mejorar su sistema de seguridad, los padres de familia pueden hacer lo propio, habilitando el “modo restringido”. De esta manera se filtra previamente el contenido potencialmente inadecuado.