Lo que necesitas saber:
Olvídate del calor y lánzate a la aventura visitando alguna de las cascadas que hay a un par de horas de viaje desde la Ciudad de México.
¿Qué tal una brisa refrescante para dejar de lado los calores intensos? O todavía mejor, meterse a nadar en las aguas cristalinas de un paisaje paradisíaco, y todo a menos de tres horas de viaje desde la gran ciudad. Aquí tenemos las cascadas más bonitas para refrescarse cerca de la CDMX, en un viaje que puede ser de ida y vuelta.
Olvidémonos de los bochornos y los sudores. Visitemos estos lugares que podrían ser parte de un sueño. Anteriormente la capital mexicana era un lugar con arroyos, lagos, lagunas y otros cuerpos de agua, pero hoy llama la atención la escasez del líquido vital, además de los grandes calores que llegan a temperaturas récord.
No te quedes encerrado en tu casa con el ventilador y date la oportunidad de visitar estos lugares con hermosas cascadas que no están lejos de la ciudad. Lánzate a la aventura, diviértete y conoce paisajes maravillosos. Aquí te decimos todo lo que necesitas.
Las cascadas más bonitas para refrescarse, cerca de la CDMX
Cascada Velo de Novia – Valle de Bravo, Estado de México
Valle de Bravo es un lugar genial para ir de viaje. A cinco kilómetros del centro de este Pueblo Mágico, en la zona de Avándaro, tenemos la famosa cascada Velo de Novia, llamada así por la apariencia que le dan sus aguas espumosas. Es uno de los lugares de Valle de Bravo que debes conocer.
Está en el Parque Ecológico Velo de Novia, donde hay entrada libre, y su caída es de 35 metros de altura. Sus aguas llegan desde el arroyo de San Juan que pasa por los bosques de la zona. Cerca de la cascada hay lugares con mesas para hacer un día de campo, asadores, tiendas de comida y de artesanías y un hermoso bosque para olvidarte del calor.
Prismas Basálticos – Huasca de Ocampo, Hidalgo
A dos horas de la Ciudad de México, en el estado de Hidalgo, están estas curiosas cascadas formadas gracias a la actividad volcánica. Sus caídas de agua van de los 20 a los 60 metros de altura y están ubicadas en la barranca de San Miguel Regla.
Son uno de los principales atractivos turísticos del estado y no es por nada. Las cascadas caen entre las impresionantes columnas de basalto. El Centro Turístico Prismas Basálticos está abierto de lunes a domingo de 8:00 a 20:00 horas y el costo de la entrada es de 100 pesos.
Salto de San Antón – San Antonio Analco, Morelos
Muy cerca de la ciudad de Cuernavaca, en el pueblo de San Antonio Analco, encontramos esta cascada que tiene una leyenda trágica y romántica. Tiene una caída de 40 metros de altura y según dicen, una joven esperaba a su prometido que se había ido a la guerra, pero él nunca regresó. Ella murió llorando de tristeza y sus cabellos siguieron creciendo. Cuentan que los dioses se dieron cuenta de esto y decidieron que el cabello de la doncella se convirtiera en una cascada.
La leyenda también dice que el joven murió en batalla y quedó convertido en el río donde hoy cae la cascada y así quedaron unidos para siempre. En la parte alta hay un mirador con vistas increíbles. El lugar está abierto todos los días de 8:00 a 18:00 horas y la entrada es libre. Si quieres pasar la noche por ahí puedes encontrar hospedaje en San Antonio Analco.
Mil Cascadas – Texcaltitla, Guerrero
Sólo hay que hacer un viaje de tres horas para llegar a este magnífico lugar, también conocido como Las Granadas. Sus muchas cascadas están rodeadas de selva. Nada en sus aguas para refrescarte y aprovecha su zona de acampar. Están muy cerca de Taxco y es recomendable llegar en automóvil.
Es un lugar ideal para hacer ecoturismo y como su nombre lo dice, ahí abundan las bellas cascadas. Además puedes visitar su cueva, que te lleva a una poza con aguas color turquesa. Está abierto de 8:00 a 18:00 horas y el precio de la entrada es de 30 pesos, pero varía si utilizas otros servicios como la alberca o la zona de acampar.
Cascada de los Diamantes – Parque Dos Aguas, Tlalmanalco, Estado de México
Esta cascada es considerada como un santuario del agua. Está a hora y media de viaje desde la CDMX y ofrece un paisaje impresionante con sus 110 metros de altura. Se alimenta de las aguas del deshielo del Iztaccíhuatl y lleva su nombre por el juego de la luz con las rocas y sus aguas cristalinas, que hacen aparecer diamantes entre el brillo de la espuma.
Para llegar a ellas hay que dar una caminata, pero el paseo vale la pena. El lugar está abierto todos los días de 8:00 a 17:00 horas. La entrada cuesta 50 pesos y hay paseos con guía para grupos grandes.
Las Golondrinas – Cuetzalan, Puebla
Date un chapuzón en un lugar mágico del estado de Puebla que es ideal para tener una aventura entre la naturaleza. Está a 3 kilómetros del centro de Cuetzalan y cerca de ahí también están la Cascada Taxipehuatl, la Cascada Las Brisas y el Jardín Botánico Xoxoctic, en el que vas a encontrar una gran variedad de orquídeas, helechos y otras plantas de la región.
La caída de agua de esta cascada es de 50 metros de altura. Cuetzalan es un lugar rico en hermosos paisajes naturales. La cascada Las Golondrinas está abierta de 8:00 a 17:00 horas y el precio de la entrada es de 30 pesos. Organízate y disfruta de las cascadas más bonitas para refrescarse cerca de la CDMX.