Muy cerca del centro de Coyoacán hay un lugar perfecto para convivir con la cultura y la naturaleza, y respirar algo de aire puro. Nos referimos La Mano, jardín cultural.
Se trata de espacio imponente con árboles de más de 300 años de antigüedad muros de otros tiempos que cuentan historias de la revolución, comida deliciosa y una tienda de antigüedades única en la CDMX.
La mano está en el corazón de Coyoacán
Este jardín cultural abrió sus puertas en marzo de 2019, en una casa que era parte de una finca coyoacanense.
Ahora es un lugar dedicado a las actividades culturales donde se puede tomar un café o un rico té de jengibre mientras se lee un libro y la tarde pasa entre el sonido de los árboles de Francisco Sosa.
Después de todo, Coyoacán es un barrio tradicional y Francisco Sosa es de las calles más bonitas y mejor conservadas de la CDMX. La mano está en el número 363 y se define como un rincón dedicado a las artes, los talleres y las conversaciones al aire libre.
Cada vez que se entra, las personas tienen la sensación de que han viajado al pasado. De pronto el bullicio de la ciudad se calma y uno puede momentáneamente ser otra persona.
Las actividades de La Mano
En este jardín cultural nos podemos llevar gratas sorpresas. Tiene cafetería, librería, un mercado sustentable, un bazar los fines de semana con ropa y joyas artesanales, conciertos y hasta un cineclub al aire libre los miércoles.
Cuenta también con un showroom de diseño textil nacional e inclusive se pueden hacer eventos privados.
Por si esto fuera poco, La mano impulsa la cultura y la creatividad de México y del mundo, ofreciendo distintos talleres y actividades, de temas tan diversos como el diseño textil en telares, el barro, el mundo del mole, hasta clases de ajedrez, talleres de Ikebana (diseño floral japonés)
También ofrece una iniciativa llamada “Drink and write”, en la que se invita a diferentes escritores para dar un taller breve de cuento.
También es un lugar delicioso
Además se puede disfrutar de una rica gastronomía rústica al aire libre en el desayuno, el brunch, la comida o la cena. Cada platillo ha sido la creación de un grupo de cocineras oaxaqueñas.
Cuentan con una barra de café de especialidad que apoya a diferentes cafetaleros nacionales.
Aquí los esquites, los tamales, el mole de metate es traído desde Oaxaca, por su parte, los chilaquiles y las enchiladas, con cocinadas con amor e ingredientes orgánicos.
Los fundadores del jardín cultural ‘La Mano’
Este espacio cultural fue la idea de Jessica Rodarte y Gabino Flores, que anteriormente gestionaban el espacio cultural Bandini. Jessica también dirigía el Centro de las Artes Vivas.
Ahora promueven la cultura con amor y cuidados, sin otra intención que rendirle un legado a la tradición coyoacanense de la intelectualidad y el arte.
Si no hemos visitado La Mano en Coyoacán y vamos por primera vez, seguramente nos enamoraremos del lugar y no nos faltarán las ganas de volver.
Despúes de todo, no hay mejor poesía que un jardín, un té, y Francisco Sosa.