Lo que necesitas saber:
Frida Kahlo es un personaje muy particular que siempre nos llamará la atención. Hoy podemos conocerla de una manera más íntima a través de sus objetos personales.
La pintora Frida Kahlo es uno de nuestros personajes más representativos y controvertidos. Reconocida a nivel mundial, siempre llamará la atención la forma en que influyó en la cultura. En Coyoacán está un lugar especial donde podemos conocerla de una manera más íntima, desde su obra hasta sus objetos más personales. Así es la expo de disfraces, vestidos y joyas de Frida en la Casa Azul.
Frida Kahlo nació en la Ciudad de México en 1907, hija del fotógrafo inmigrante alemán Guillermo Kahlo Kauffman y de la mexicana Matilde Calderón. Algunos sucesos en la vida de Frida, como un trágico accidente que sufrió a los 18 años de edad, cambiaron su vida para siempre. Desde entonces se dedicó a la pintura, con la que plasmó su manera de sentir.
Cuando pensamos en Frida Kahlo la imaginamos con su típico vestido de tehuana y listones de colores adornando su cabello. Ella estaba enamorada del colorido y el folclor mexicano y siempre fue su fiel representante, pero también dicen que detrás de su vestimenta escondía su dolor físico y emocional que disfrazaba con su apariencia.
Las apariencias engañan
La pintora es reconocida principalmente por sus pinturas, que en su gran mayoría son autorretratos. Su obra, que es todo un enigma, le ha dado la vuelta al mundo por diferentes museos y galerías. Pero en un sentido más íntimo, sus objetos personales, entre vestidos, collares, alhajas, peinetas y hasta corsés y otros aparatos ortopédicos pueden ser conocidos por la gente.
La exposición que presenta esta colección es llamada “Las apariencias engañan” y se ha llevado a cabo en la Casa Azul de Coyoacán, también conocida como el Museo Frida Kahlo, así como en otros museos del mundo a los que los objetos de la pintora han viajado.
Además de su vestuario, la exposición también presenta todo tipo de objetos, desde dibujos, fotografías y libros, hasta perfumes, maquillajes, medicamentos y otros muchos que hablan de la vida del personaje tan particular que fue Frida Kahlo. A través de ellos podemos conocer sus obsesiones estéticas y sus distintas predilecciones.
La Casa Azul y los objetos de Frida Kahlo
La famosa Casa Azul es donde la pintora pasó su infancia y adolescencia. Ahí también vivió con Diego Rivera, con quien se casó dos veces. Gran parte de sus pertenencias fueron descubiertas cincuenta años después de su muerte. En 2004 salieron a la luz del lugar donde permanecían guardadas. Desde entonces se organizó esta expo que explora la identidad de la pintora a través de su forma de vestir y sus objetos particulares.
“Las apariencias engañan” es la muestra perfecta para conocer el mundo que rodeaba a la gran artista mexicana. No es una expo fija, pero en estos días podemos conocerla. El Museo Frida Kahlo siempre tiene a la vista objetos de la pintora, así como de Diego Rivera, además de sus pinturas y otras curiosidades. Sus inolvidables vestidos de tehuana, collares y alhajas que Diego le regaló y otros muchos artículos que reflejan su ideología y su vida cotidiana pueden ser contemplados por la gente.
Ella sigue siendo una influencia y fuente de inspiración en el presente. Pintores, diseñadores de ropa y otros artistas le rinden homenaje, a su modo. En la Casa Azul podemos conocer esta colección que la pintora usó en vida, desde las joyas y vestidos más hermosos, hasta diferentes objetos que la acompañaron en la enfermedad.
Los males de Frida
La salud de Frida Kahlo siempre fue delicada, pero ella era una mujer fuerte que supo sobreponerse a las adversidades. A los seis años contrajo poliomielitis, lo que la mantuvo en cama durante nueve meses porque también le tocó luchar contra el mal de la espina bífida, una enfermedad hereditaria en su familia. Estos males le provocaron una deformidad y la cojera en el pie derecho.
En 1925 sufrió el aparatoso accidente cuando el autobús en que viajaba fue impactado por un trolebús. Esto le provocó graves fracturas en varias partes del cuerpo, pero ella salió adelante y después de este suceso se dedicó de lleno a la pintura. En 1953 le amputaron la pierna derecha y a partir de entonces su salud fue decayendo. Bajo sus vestimentas tradicionales y llamativas quedaba el mal de su cuerpo y nunca pudo recuperarse del dolor. Podemos decir que el arte de Frida Kahlo se renueva con el tiempo. Su obra es un patrimonio cultural que nos pertenece a todos y no dejará de llamarnos la atención.
Así es la expo de vestidos y joyas de Frida en la Casa Azul. El Museo Frida Kahlo está en Londres 247, Col. Del Carmen, Coyoacán y está abierto de martes a sábado de 10:00 a 18:00 horas. Los miércoles abre a las 11:00. La entrada general cuesta 320 pesos, 160 pesos para los nacionales, 60 pesos para estudiantes y maestros y 30 pesos para niños y adultos mayores. Hay visitas guiadas.
