Si la aplicáramos aquí, en México, de al menos un buen cachazo no nos salvábamos, pero en el caso de Nueva Zelanda, los ladrones se dan cuenta que, cuando el dueño de un establecimiento anda ocupado, hay que regresar en un mejor momento.
Las siguientes imágenes fueron compartidas por la policía de NZ. En ellas podemos ver cómo un encapuchado pretendía darle baje a un establecimiento de kebabs… sin embargo, el que atiende opta por no pelarlo y seguir en su chamba. A final de cuentas, el criminal decide no andar de inoportuno y se va con las manos vacías.
Ahí pa’ la otra, chavo.