Lo que necesitas saber:
La calle de Francisco I. Madero es considerada como una de las arterias más importantes de la CDMX. Es un lugar que ha visto el paso de la historia de la capital mexicana.
La Ciudad de México está llena de historia y de leyendas. Primero era la capital del imperio mexica y con la conquista se convirtió en una ciudad colonial que creció con el paso del tiempo. Entre sus calles y avenidas memorables tenemos la de Francisco I. Madero. Se trata de la calle peatonal más transitada de la ciudad y no le faltan datos curiosos y leyendas. Esta es la fantástica historia de la Calle Madero de la CDMX.
Esta famosa calle fue una de las primeras que existieron en la ciudad colonial. Fue trazada en tiempos de la conquista por órdenes de Hernán Cortés, para que él, su ejército y sus aliados tuvieran una vía de escape en caso de que hubiera una rebelión por parte del pueblo mexica.
Francisco I. Madero nació en Parras, Coahuila y fue uno de los principales líderes revolucionarios de nuestro país. Ayudó a derrocar la monarquía de Porfirio Díaz y gobernó como presidente durante poco más de un año, hasta su asesinato por orden de Victoriano Huerta. Hoy esta arteria principal del Centro Histórico de la Ciudad de México lleva su nombre.
La fantástica historia de la calle Francisco I. Madero
Con el paso del tiempo, después de la conquista, esta calle que originalmente era conocida como la Primera Calle de San Francisco, porque en ella estaba el Convento de San Francisco, fue poblada por algunas de las familias más ricas e importantes de la capital de la Nueva España. También en ella se establecieron muchos de los principales comercios de la época por su cercanía a la Plaza Mayor, hoy el Zócalo Capitalino.
En ella se construyó el Convento de la Profesa, en la esquina con la calle de Isabel La Católica. En la calle de Madero se construyeron grandes caserones como el del minero José de la Borda, que llegó a ser considerado el hombre más rico de la Nueva España. También la famosa Casa de los Azulejos o el Palacio de Iturbide, que hoy funciona como un museo.
Mucho antes de llevar el nombre del líder revolucionario, esta calle también fue conocida como La Profesa o Paseo de Plateros. Por ella entró el Ejército Trigarante hasta el Zócalo, con lo que se dio inicio al México Independiente.
El 8 de diciembre de 1914, un año después de la muerte de Madero, el general Francisco Villa pasó con su ejército por esta calle, y se encargó de colocar una placa que decía “Calle de Francisco I. Madero” sobre el letrero que antes decía “Calle de San Francisco” y el nombre se le quedó en homenaje al líder revolucionario.
Curiosidades y leyendas de la calle Francisco I. Madero
- Es la segunda calle más antigua de la Ciudad de México, después de la Calzada de Tacuba, además de ser la más transitada.
- Lo que hoy conocemos como el Palacio de Iturbide primero fue conocido como el Palacio de Moncada. Cuentan que fue construido por los condes de San Mateo con todo el lujo posible, para que el marqués de Moncada, que desposaría a la hija del conde no derrochara la fortuna familiar.
- Para 1866 se empezó a construir en esta calle el Templo de San Felipe de Jesús, el primer santo mexicano.
- En la esquina de Madero y Bolívar está la Casa Borda, que se caracteriza por un gran balcón que ocupa casi toda su fachada. Según dicen, don José de Borda, que era algo celoso, lo mandó a construir en 1775 para que su esposa no tuviera que salir a la calle.
- Cuentan que la Casa de los Azulejos fue construida por el hijo del Conde de Valle de Orizaba para demostrarle a su padre que no era tan irresponsable como él le decía.
- La Torre Latinoamericana se inauguró en 1946 en la calle de Madero y fue el edificio más alto del país y de América Latina durante mucho tiempo.
- En agosto de 2009 se convirtió en paseo peatonal, pero sólo durante los fines de semana. En 2010, para la celebración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, decidieron que sería una calle peatonal de forma permanente.
Madero hoy en día
Hoy la calle de Madero conserva gran parte de su arquitectura clásica y colonial y es transitada por más de 350 mil personas cada día. En ella encontramos otros edificios icónicos de la capital mexicana como el Museo del Estanquillo, el Edificio La Mexicana o el Edificio Guardiola de estilo funcionalista.
Su nombre actual es Corredor Peatonal Madero y sigue como la calle más transitada del país. Pasear por ella es todo un placer para cualquier transeúnte. Comienza en Eje Central Lázaro Cárdenas y desemboca en el Zócalo Capitalino.