A estas alturas de la pandemia, la gran mayoría de nuestras carteras andan bien raspadas. Pero, un albergue veterinario, con 130 hocicos que alimentar, no se podía quedar con los brazos cruzados. Así que, se les ocurrió la idea perfecta para sobrellevar la cuesta de enero en pleno mayo. Convirtieron a ‘Any’, la perrita más sonriente del lugar, en repartidora de comida. ¡¿Quién se podría resistir?!
Todo comenzó a raíz de la pandemia, entre que algunas personas se quedaron sin empleo, otros tantos tuvieron que absorber gastos hospitalarios y a otros más, de plano ya no les alcanza con la inflación por las nubes, las donaciones al refugio para lomitos ‘Garritas Guerreras’, se fueron en picada. Con ello, claramente no solo estaba en riesgo el lugar de los voluntarios, sino la alimentación de más de 100 lanudos.
Así es que el personal, pensó en preparar comida vegana para vender y ayudarse con las ganancias. Sin embargo, con todos los negocios que han surgido en esta época, no era suficiente, tenían que implementar algo más. De ahí, surgió la idea de que ‘Any’, se gane las croquetas de cada día, acompañando al repartidor, luciendo sus mejores modales ante los clientes, al mismo tiempo que ayuda a sus amigos lomitos aportando sus propinas.
Equipo lanudo
La idea ha sido todo un éxito. En redes socialeso se habla de otra cosa que de ‘Any’, la perrita repartidora que camina por las calles de la Ciudad de México con su chaleco negro con verde, en compañía de su guardián. Eso sí, en cuanto tocan el timbre de los comensales, la perrita se sienta, muestra su mejor sonrisa y hace un par de gracias para ganarse su buena propina.
Afortunadamente, gracias a la noble labor de ‘Any’, el refugio ha podido recuperar el dinero suficiente para alimentar a toda la jauría por unos días más. Aunque cuando se trata de cerca de una tonelada de croquetas diaria para alimentar a tantas bocas, no es suficiente. Por ello, el refugio ubicado en la alcaldía Benito Juárez, está organizando un ‘croqueton’. Una donación de alimento para perros para poder subsistir.
Así que si está dentro de tus posibilidades, podrías ayudar un poco a la perrita repartidora y contribuir a esta loable causa. Tal vez si no es con dinero o donaciones en especie, podrías compartir el post que creó el refugio en Facebook, el cual ya lleva más de 24 mil reacciones. Échales la mano y choca esas patitas.